La presentación musical, organizada por Cadena Dial, se ha celebrado en el WiZink Center de Madrid
La música se solidariza con los huérfanos de la violencia de género. El WiZink Center de Madrid, con motivo del concierto Vive Dial organizado por Cadena Dial, estaba abarrotado. Lo mejor de aquí y de allí se reunió el pasado sábado en un recinto colmado de gente con ganas de disfrutar.
Artistas consagrados como Pablo Alborán, Pastora Soler, Pablo López, Carlos Rivera, Merche, Morat, Carlos Baute -que actuó junto a Maite Perroni-, Miriam Rodriguez, Cepeda, Luz Casal, Sergio Dalma, Antonio Orozco, David DeMaría, Rosana, Dvicio, Marwan, Ha*Ash, Reik, Antonio José y Beatriz Luengo, pusieron su granito de arena por esta causa.
Todos ellos, cada uno en su estilo, protagonizaron momentos que quedan ya para el recuerdo. El encargado de romper el hielo fue uno de los coaches de La Voz España, Antonio Orozco, que deleitó con su último éxito ‘Dicen‘. A continuación, el grupo madrileño Dvicio, quien sorprendió cantando ‘Qué tienes tú’ junto a los mexicanos Reik, otro de los artistas invitados, quien más tarde volvió al escenario poniendo al público en pie con su tema ‘Me niego’.
La maestría al piano de Pablo López, las voces personales de Antonio José, Sergio Dalma y Cepeda, la fuerza de Merche y Miriam o la cercanía de Rosana, llegaron a la cumbre con un poupurrí de canciones que se metieron al público en el bolsillo.
También el grupo colombiano Morat, el mexicano Carlos Rivera, el cantautor madrileño Marwan y el venezolano Carlos Baute –quién subió por sorpresa a Maite Perroni— demostraron la grandeza de sus voces y deleitaron al público con sus últimos temas que cruzan fronteras.
Un mini concierto de Pablo Alborán puso el broche de oro y cerró una noche redonda para los asistentes. La gala, conducida por el televisivo Manel Fuentes tuvo un tema común, la solidaridad con las mujeres maltratadas y los hijos de estas.
El concierto fue a beneficio de la Fundación Mujeres y su proyecto Becas Soledad Cazorla Prieto, cuyo objetivo es la creación de un fondo de becas para ayudar en la educación y el desarrollo personal de los huérfanos y huérfanas que han perdido a sus madres a causa de la violencia de género.