La Xunta de Galicia destina anualmente unos 25.000 euros para garantizar que cuenten con las atenciones mínimas.
Una residencia en Río de Janeiro (Brasil) dará servicio de forma gratuita a 35 gallegos sin recursos, con una ayuda de 25.000 euros de la Xunta, ya que «Galicia tiene una deuda de justicia» con personas originarias de la comunidad que necesitan apoyo en la vejez, según ha destacado el secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda.
Así lo ha anunciado Miranda, junto a la presidenta de la Associação Recreio dos Anciãos para Asilo da Velhice Desamparada de Río de Janeiro, Regina Jallas Suárez Figueira, tras la firma del convenio para destinar dicho apoyo económico al colectivo en Río de Janeiro, donde la comunidad gallega es «la más relevante».
El complejo de la asociación brasileña acoge a los gallegos tengan o no capacidad económica, aunque también presta servicio a usuarios de otras nacionalidades (un total de 170), que tienen un régimen privado.
La presidenta, originaria de Galicia, viajó con su familia a América y ha recordado que, debido a la necesidad que existía, algunos gallegos se marcharon en barco a buscar oportunidades y unos tuvieron suerte económicamente, mientras que otros no. Así, la entidad centra sus esfuerzos principalmente en aquellos que «no tienen esperanza, sin familia», ha subrayado.
Por su parte, Miranda ha explicado que la gente mayor gallega es una «preocupación fundamental» para la Xunta y no se olvidan de los emigrantes, ya que aunque en Europa los ciudadanos están«acostumbrados a un sistema social muy desarrollado» que cubre las necesidades de los mayores, esto no ocurre en todas partes del mundo, como algunos países de América.
«Ni un sólo gallego en la calle»
De igual modo, el secretario xeral ha destacado que, tras una etapa de «modernización», actualmente el complejo es un «ejemplo de como debería ser la residencia de ancianos», en la que se presta atención sociosanitaria y asistencia y también se atiende el carácter cultural.
Y es que sus instalaciones están compuestas por teatro, capilla, biblioteca, así como asistencia integral que incluye alimentación, vestuario, servicios médicos, fisioterapia y terapia ocupacional, entre otros servicios.
Por otro lado, el número de personas acogidas en el complejo varía a lo largo del año, pero la presidenta ha enfatizado que «en todo Río de Janeiro» no hay «un gallego en la calle», pues acogen a todo aquel del que tengan conocimiento.
Su sistema para averiguar si hay algún mayor gallego que necesite ayuda se basa en el «boca a boca», según ha explicado. El consulado y otras entidades españolas les avisan sobre cualquier persona de origen gallego. Es una «auténtica red de solidaridad», según ha subrayado Miranda.
De este modo, la asociación Recreio es una de las entidades sociosanitarias que presta atención a gallegos mayores sin recursos con las que colabora la Administración autonómica, pues esta también coopera con otras que están en Brasil, Venezuela, Uruguay y Argentina.