José Ramón Valente reconoce la importancia de España para el desarrollo de la economía chilena, la más prometedora de América Latina.
La economía chilena es la más prometedora de América Latina. Para los próximos meses, se espera que demanda interna y la recuperación de la inversión cimentan un crecimiento que las previsiones sitúan en el 4 por ciento para este año. Unas perspectivas en las que ha ahondado el titular de Economía, Fomento y Turismo de Chile, José Ramón Valente, en una entrevista con elEconomista.
Éstas son algunas de las claves más importantes aportadas por el Ministro:
¿Con qué objetivo planificó su visita a España?
Con el presidente Sebastián Piñera las cosas son muy claras desde el principio. Él me hizo un encargo muy claro, que es generar un boom de inversiones en Chile. El objetivo del presidente es que se reduzca la pobreza en el país en un plazo de ocho años. Eso requiere darle un impulso muy rápido a la economía, y ese impulso no podía venir de otro lado si no era de un boom de inversión muy rápido. La inversión en Chile en los últimos 30 años tuvo un ritmo de crecimiento promedio de más o menos el 7 por ciento al año. Y, sin embargo, cayó durante los últimos cuatro años consecutivos.
El comportamiento de la inversión este año está siendo bueno. ¿Qué expectativas tienen para 2018?
Nuestro objetivo es que la inversión en Chile vuelva a ser lo más cercana posible a un 25 por ciento del producto. Con ese nivel, podemos aspirar a una economía que crezca alrededor del 4 por ciento al año. Para eso, necesitamos que la inversión crezca, en promedio, entre un 6 y un 7 por ciento al año durante los cuatro años del periodo de Gobierno. En 2018 probablemente crezca un poco menos que eso. La expectativa del Banco Central es que va a estar alrededor del 5,5 por ciento.
¿Qué papel tiene España en esa estrategia?
Chile es un país atractivo porque es una economía bien manejada, con un ambiente regulatorio muy estable y reglas del juego muy conocidas. Pero, al mismo tiempo, hemos ido acumulando cierta burocracia excesiva en la tramitación de grandes proyectos de inversión. Por eso, creamos la oficina de Gestión de Proyectos Sustentables (GPS), cuyo objetivo principal es dar mayor seguridad jurídica a las inversiones y reducir los tiempos de aprobación de los grandes proyectos de inversión. No se trata de hacer un fast-track y producir un boom de inversiones a costa de dañar el medio ambiente o de saltarse los estándares regulatorios.
España en particular ha sido un socio muy interesante, por más de 20 años. Cuando uno rankea los inversionistas en Chile tienes a EEUU, a Canadá y a España en tercer lugar. Por lo tanto, España es un actor extremadamente importante, el más importante de la UE, sin duda. Creo que hay una afinidad muy grande. Si uno mira la historia, la inversión de empresas españolas en Chile ha sido exitosa en ambos lados.
¿Van a priorizar algún sector?
Chile tiene su fortaleza en ofrecer esta combinación virtuosa de una economía bien manejada y una institucionalidad predecible y estable. Y ahora se agrega a que vuelve a crecer y a ser una economía pujante. Creemos que esa combinación es suficientemente atractiva como para que sean las empresas las que decidan cuál es el sector que más les interesa. Ciertamente, Chile tiene algunos sectores con ventajas muy obvias: minero, agroindustria, infraestructuras -de hecho, el plan de inversiones en infraestructuras que tiene el Gobierno por la vía de concesiones es de 12.700 millones de euros-. El turismo está creciendo a tasas de 10 por ciento al año; recibimos hoy 6,5 millones de turistas. Ahí creemos que hay un espacio para invertir y, por supuesto, para las empresas españolas.
Su Gobierno trabaja en la modificación de la reforma tributaria del Ejecutivo de Michelle Bachelet. ¿En qué va a consistir?
La economía chilena tenía un régimen muy sencillo, con muy pocas excepciones, con un impuesto corporativo relativamente bajo, un impuesto a las personas más alto y con la posibilidad de pagar ese impuesto corporativo más bajo, en la medida en que uno reinvertía las utilidades, sin tener que pagar impuestos adicionales. Eso se rompió con la reforma del Gobierno anterior. Por lo tanto, el principal objetivo es volver a esa simplicidad.
También hay prevista una reforma de las pensiones. ¿Goza el sistema de buena salud?
Para mucha gente la pensión no es suficientemente buena, independientemente de que el régimen chileno tiene muchas virtudes. Si hay una, es que hoy día los trabajadores chilenos tienen una cantidad de dinero ahorrada que está ahí, en cuentas individuales que son de ellos, y por lo tanto no es una promesa que les hace un Gobierno. Hay pocos países que puedan contar con esa realidad. Por supuesto que es perfectible, y de eso se trata la reforma que ha anunciado el presidente, que a lo mejor la sociedad puede hacer un esfuerzo mayor para ayudar sobre todo a quienes tienen pensiones muy bajas.
Chile ha impulsado en la Corte Penal Internacional una petición para que Nicolás Maduro pueda ser investigado, y que ya ha recibido el apoyo de Francia y Alemania. ¿Echan en falta más sintonía con España?
Cada país tiene su historia, y es entendible que España sea muy cautelosa. Pero yo creo que el presidente Piñera ha sido muy claro. Ha dicho en las Naciones Unidas que no entiende a cuánto puede llegar el egoísmo de un gobernante para no darse cuenta del sufrimiento que le está causando a un pueblo por quedarse e insistir en las mismas políticas que están causando tanto dolor. Yo espero que haya empatía de la mayor cantidad de países.