Finalmente, la dictadura de Nicolás Maduro logró el traslado de la sede europea de PDVSA de Lisboa a Rusia para evitar las sanciones impuestas por los EEUU
La oficina europea de la petrolera nacional de Venezuela, PDVSA, concretó su traslado desde Lisboa (Portugal) a Moscú (Rusia), anunció este miércoles un responsable del organismo.
La nueva oficina fue registrada en Rusia el 6 de agosto y ya está funcionando, según confirmó el responsable de la oficina, Andréi Grichayev, a la agencia de prensa rusa RIA. «Empezamos el trabajo», añadió.
Según los datos de registro, la oficina estará situada en la calle Arbat, una calle peatonal muy concurrida del centro de Moscú.
El personal de esta oficina quedará reducido a «aproximadamente la mitad» en relación a la antigua, declaró el miércoles a las agencias de prensa rusas el ministro del Petróleo chavista, Manuel Quevedo, desde Abu Dabi, donde participa en un congreso. La medida había sido adelantada en marzo.
Rusia es uno de los pocos apoyos internacionales de la dictadura chavista, inmersa en una profunda crisis política y económica. PDVSA, vital para la economía venezolana, en plena debacle, es objeto de sanciones estadounidenses, rechazadas por Moscú.
Al respecto, Elliott Abrams, enviado de Donald Trump para los asuntos venezolanos, declaró el martes que la mudanza es «un buen símbolo» de la importancia del Kremlin para la supervivencia del régimen de Maduro, dado que buena parte del crudo venezolano es vendido a Rosneft, petrolera rusa.
Por ello, el funcionario estadounidense no descartó que nuevas sanciones de EEUU estén dirigidas contra dicha firma estatal. «Están ayudándolos, pero explotándolos y ganando dinero. En algún punto, deberemos considerar la pregunta sobre la conducta de Rosneft y qué tipo de reacción tendremos».