La eurozona registró la peor lectura de la evolución de los precios desde abril de 2016, según los datos publicados este jueves por Eurostat.
Las cifras confirman los datos preliminares facilitados por la oficina comunitaria de estadística a principios de julio.
En el conjunto de los Veintisiete, el incremento de precios se ha situado en el 0,4%, cinco décimas menos que en julio.
En el octavo mes del año, los precios de la energía se abarataron un 7,8% interanual, frente a la caída del 8,4% de julio, mientras que los alimentos frescos subieron un 2,3%, por debajo del alza del 3,1% del mes anterior.
Por su parte, los servicios registraron una subida de precios interanual del 0,7%, dos décimas inferior a la observada en julio.
En el caso de los bienes industriales no energéticos, los precios cayeron un 0,1% en la eurozona, después de subir un 1,6% interanual el mes anterior.
Al excluir el efecto de la energía, la tasa de inflación interanual de la zona euro se situó en el 0,7% en agosto, frente al 1,4% de julio, mientras que al dejar fuera del cálculo también el precio de los alimentos, el tabaco y el alcohol los precios subieron un 0,4%, frente al 1,2% del mes anterior.
Entre los países cuyos datos estaban disponibles, las mayores subidas de precios se observaron en Hungría (+4%), Polonia (+3,7%) y República Checa (+3,5%), mientras que los descensos más acusados correspondieron a Chipre (-2,9%), Grecia (-2,3%) y Estonia (-1,3%).
En el caso de España, la tasa de inflación armonizada se situó en agosto en el -0,6%, reduciendo a cuatro décimas al diferencial de precios favorable respecto de la zona euro.
Se trata del quinto mes consecutivo en el que se registra deflación en España.