Se ha resaltado el papel de Indra en hacer de Chile como país de referencia en la prestación de servicios de salud privada en la región latinoamericana
El presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, ha destacado la importante aportación de la tecnología desarrollada por la compañía a la modernización de la sanidad chilena, así como a la mejora de la calidad de atención a los ciudadanos, al mismo tiempo que ha señalado los próximos retos en este ámbito.
«Dotar a las organizaciones de sistemas de gestión más eficiente, la interoperabilidad entre las fuentes de información dispersas, la aplicación de las tecnologías digitales más avanzadas y un contacto continuo con el ciudadano que le permita ser responsable en su autocuidado son nuestras aportaciones para los próximos años», ha destallado Abril-Martorell.
En este sentido, ha recordado que Indra contribuye a la modernización de los sistemas de salud en Chile desde hace más de 20 años, país en el que cuenta con un equipo especializado, que ha convertido a la compañía en la multinacional implantada en Chile con más profesionales que apoyan la reforma del sistema de salud a través del desarrollo de soluciones tecnológicas especializadas.
Asimismo, ha resaltado el peso de Chile como país de referencia en la prestación de servicios de salud privada en la región latinoamericana, con una línea sostenida de mejora de la salud pública. Así, puso en relieve el ambicioso Plan Nacional de Inversiones en curso para abordar el reto de dar un salto hacia adelante decisivo en el desarrollo de infraestructuras hospitalarias y de nuevas tecnologías aplicadas a la salud.
El presidente de Indra realizó estas declaraciones en la inauguración del II Foro de Salud Chile-España celebrado en la sede de Indra y organizado por la Fundación Chile-España, Sacyr e Indra.
En este evento, el director de Sanidad de Minsait, Antonio Martos, ha incidido en que es «clave» ligar la transformación digital a la experiencia completa del paciente como un concepto integral del proceso de la enfermedad; desde una primera fase de gestión de la incertidumbre antes de acceder al sistema de salud, pasando por el propio proceso de tratamiento de la enfermedad hasta la última fase de seguimiento y calidad percibida por los servicios.
«Ha de englobar, por tanto, los niveles de relación y atención entre el ciudadano y el sistema. Es decir, desde el momento en que una persona sana quiere llevar un estilo de vida saludable, hasta el día en que necesita acudir a un profesional de la salud, compartir una prueba con su médico o simplemente pedir una cita», ha resaltado.
En esta línea, ha abogado por soluciones como plataformas de atención multicanal que incorporen capacidades para explotar los canales que tienen un mayor grado de penetración para aproximarse a los ciudadanos y habilitar los servicios que los pacientes demandan en cada momento y lugar con el fin de crear nuevos modelos asistenciales más sostenibles.
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