
Estados Unidos enfrenta una crisis en el mercado del huevo debido a la gripe aviar, que ha reducido drásticamente la producción y elevado los precios. Ante esta situación, el país ha solicitado apoyo a Europa para importar huevos y equilibrar su oferta, pero la respuesta no ha sido la esperada.
En plena guerra comercial con EE.UU. —que incluso presionó por la compra de Groenlandia—, los primeros en rechazar la petición han sido los daneses. Dinamarca ha dejado claro que sus huevos son «intocables» y que no hay un excedente suficiente en Europa como para cubrir la demanda estadounidense. Alemania y Finlandia, que atraviesan tensiones propias debido a la presión de Donald Trump para aumentar su gasto militar y su seguridad ante Rusia, también han sido contactadas. Este fenómeno ha sido bautizado como ‘la diplomacia del huevo’.
El impacto de la gripe aviar en la crisis del huevo
El brote de gripe aviar ha provocado una reducción drástica de la producción avícola en varios países. En Estados Unidos, ya se han perdido más de 50 millones de aves, mientras que en Europa se han eliminado hasta 15 millones de gallinas ponedoras, según Mari Luz de Santos, directora de la Federación de Empresas Productoras de Huevos. Esta disminución de la producción ha generado escasez y una escalada de precios sin precedentes.
En España, por ejemplo, el precio de los huevos ha aumentado significativamente. Antes costaban alrededor de 3,20 euros, pero actualmente han alcanzado los 4,10 euros. En los últimos tres años, el huevo ha subido casi un 40%, convirtiéndose en el segundo alimento más encarecido, solo superado por el aceite.
El huevo: una fuente de proteínas en alta demanda
A pesar de la crisis, el consumo de huevos sigue en aumento. En España, el año pasado se consumieron en promedio 137 huevos por persona, lo que equivale a casi un huevo cada tres días. Su popularidad se debe a su alto contenido en proteínas, lo que lo convierte en un alimento clave tanto para ganar masa muscular, perder peso o mejorar la función cerebral.
Las tiendas de alimentación han notado el impacto de la escasez. En algunos negocios, la compra de huevos ha supuesto un gasto extra de más de 5.000 euros en un mes, lo que ha llevado a muchos establecimientos a subir precios, a pesar de la resistencia de los comerciantes.
Especulación y futuro del mercado
La crisis del huevo también ha abierto espacio para la especulación. Asociaciones de consumidores denuncian que los precios han subido más de lo justificado, lo que ha generado preocupación entre los ciudadanos.
Mientras Estados Unidos busca alternativas en Europa, la situación parece estar mejorando progresivamente. Sin embargo, el mercado de los huevos sigue tensionado y los consumidores enfrentan precios cada vez más elevados. La pregunta es: ¿seguirá la crisis o la diplomacia del huevo logrará un acuerdo beneficioso para todos?