La multinacional busca aumentar su presencia en el país latinoamericano de la mano de su filial, Neoenergía.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha asegurado que Neoenergia, la filial brasileña del grupo, sigue «buscando diferentes oportunidades» para crecer en el país sudamericano, pero «siempre de una manera disciplinada y nunca ofreciendo más del valor que tiene para nosotros».
En una conferencia con analistas para presentar los resultados del primer semestre del año, Galán subrayó que Brasil es un país «con bastante interés» para el grupo y en el que existen «posibilidades de crear valor».
De hecho, el pasado mes de mayo la filial de Iberdrola perdió con la italiana Enel la batalla por la distribuidora Eletropaulo. No obstante, el Gobierno brasileño ha abierto la puja para las próximas fechas por nuevas distribuidoras eléctricas estatales, como Cepisa, que podría entrar en el radar de Neoenergia.
Así, Galán reiteró que el grupo analizará todas las oportunidades que se presenten en Brasil para ver si crean valor, aunque subrayó que cuando «sea imposible» ofrecer un precio superior al que la compañía considera que es justo «no se acudirá a esas licitaciones».
Respecto a los procesos de desinversión abiertos por el grupo, como los activos de cogeneración en España o la venta de ciclos combinados de gas natural en Reino Unido, dentro de su plan de rotación de activos, Galán confió en que en la segunda mitad del año se puedan materializar.
En lo que se refiere a los resultados para 2018, el presidente de Iberdrola se mostró «muy optimista» para el segundo semestre tras calificar de «un buen semestre» el comportamiento de la compañía entre enero y junio.
Por ello, reafirmó los objetivos récord del grupo para el ejercicio de un beneficio cercano a los 3.000 millones de euros y un resultado bruto de explotación (Ebitda) de más de 9.000 millones, «lo que implicará un crecimiento del dividendo en línea con los resultados».