El Banco Mundial indica cuáles son las naciones que han logrado hacer más igualitarias sus remuneraciones laborales.
América Latina ha reducido la desigualdad salarial. La tendencia, que registra sus avances más significativos en Sudamérica, ha sido impulsada por las medidas implementadas por Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú y Uruguay desde 2003, según revela el último estudio del Banco Mundial. En este sentido, han minimizado la brecha entre los que ganan más y los que menos.
Es importante destacar que esos cinco países no son en la actualidad los menos desiguales de la región, pero sí los que a lo largo de la última década y media han logrado recortar más la enorme diferencia de sueldos que existe entre sus trabajadores. El mérito es alto, ya que, más allá de que América Latina en su conjunto mostró un desempeño positivo, estos cinco países destacan muy por encima del resto. Especialmente Centroamérica y México, que mantuvieron altos niveles de inequidad.
En el caso de Bolivia, por ejemplo la brecha salarial en 2003 era de 0,53 y en 10 años mejoró bajando a 0,44 puntos. Esa diferencia en una década, pone al país como el que tuvo el mejor desempeño, bajando 0,09 puntos. Siguen en la lista Perú con una reducción de 0,089, Ecuador (0,086), Argentina (0,083) y Uruguay (0,081).
Ahora bien, a pesar de su evolución positiva, los salarios de Bolivia siguen siendo de los más desiguales en el ranking comparado entre los países de la región, ubicándose en el cuarto lugar. Al comparar la evolución en una década, los datos arrojan que en 2003 los sueldos más desiguales eran (en orden decreciente) Bolivia, Brasil, Guatemala, Honduras y Perú.
Mientras que en 2013, la mayor desigualdad en salarios de los trabajadores se daba en Honduras, Brasil, Colombia, Bolivia y México, de acuerdo a la investigación publicada esta semana por el Banco Mundial, que estudió la brecha salarial entre 1993 y 2013.
Las principales razones que explicarían este fenómeno son una mezcla entre crecimiento económico y una mejor cobertura educativa. «La magnitud de la reducción de la desigualdad en la región fue realmente sorprendente, un fenómeno que contrasta con el resto del mundo«, dijo Joana Silva, coautora del estudio.
«En la investigación constatamos que mejoraron las habilidades de los trabajadores y, como consecuencia, sus salarios, al tiempo que disminuyó la diferencia de remuneración entre trabajadores de alto y bajo nivel educativo«. También influyeron factores como la mejora en el salario mínimo y la reducción del trabajo informal en la última década, de acuerdo al estudio que analizó el período 1993-2013.