El gobierno de Estados Unidos tiene ya avanzado un programa de ayudas financieras para rescatar a Venezuela de la crisis humanitaria que vive gracias a la dictadura socialista.
El secretario de Comercio de EEUU, Wilbur Ross, presentó este martes en la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela el plan económico para aplicar en Venezuela ante una eventual salida de Nicolás Maduro, presentado como «sugerencia» para reactivar el motor productivo del país, rico en reservas petroleras.
Ante delegados de más de 50 países reunidos en Lima, la mayoría de los cuales reconocen a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, el funcionario detalló los planes a corto, mediano y largo plazo para áreas como el sector energético y del campo, así como los consejos orientados a la estabilización macroeconómica y financiera y el apoyo al sector privado.
La delegación estadounidense fue la protagonista de la jornada, horas después del bloqueo total anunciado por Donald Trump contra el régimen y las declaraciones de John Bolton. En su exposición a puertas cerradas, el funcionario no mencionó en detalle la crisis de los refugiados, uno de los temas que dominó la jornada, por los países que han recibido a más de cuatro millones de migrantes que salieron de Venezuela.
«Venezuela continuará deteriorándose hasta que el presidente Juan Guaidó, reconocido internacionalmente, sea capaz de poner en práctica las necesarias reformas económicas, políticas y sociales«, indicó Ross, según una transcripción a la que accedió Infobae.
No obstante, destacó que para ello es también necesario una «ayuda inicial para arrancar el motor», que sería a través de un esfuerzo entre varias agencias internacionales para «movilizar recursos y conocimientos especializados, una vez que Maduro y sus compinches se vayan».
Tras aclarar que se trata de recomendaciones que, eventualmente, quedarían bajo evaluación del siguiente gobierno, detalló que trabajaría con países socios y organizaciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y «ejecutivos del sector privado».
«El corto plazo incluye la ayuda humanitaria inmediata en los primeros uno o dos meses después de Maduro; el mediano plazo es trabajar para revertir el impacto del socialismoen los meses tres a 12; y el a largo plazo es restaurar una economía sostenible con crecimiento«, resumió.
En la Conferencia también hizo una presentación Luis Alberto Moreno, presidente del BID, quien destacó el panorama negro de la actualidad venezolana. El canciller peruano, Néstor Popolizio, repasó las cifras mostradas por el ejecutivo: «El 94% de la población está en situación de pobreza, hay un 18% de desnutrición crónica. Hay una crisis en términos de estructura: problemas de agua, luz, y no existe el transporte público«.
Ese punto también fue mencionado por Ross, quien dijo que las iniciativas planeadas incluyen desde proyectos «pequeños y rápidos» hasta otros «muy grandes, de varios años». Como ejemplo, mencionó a la extracción de la zona del Lago Maracaibo «que había producido 400.000 barriles de petróleo al día, pero ahora se reduce a una pequeña fracción de eso por negligencia y escasez de repuestos para las reparaciones». En el otro extremo situó el caso del complejo de la Refinería de Paraguaná, con gran capacidad instalada, pero que «prácticamente cada parte necesita reparaciones».
De todos modos, advirtió: «Los números que menciono son estimaciones, porque las autoridades no han reportado estadísticas financieras desde el 2011».
Energía
Corto plazo: instituir reformas a favor del mercado y promover participación de las empresas privadas a través de la nueva ley de hidrocarburos que se está considerando en la Asamblea Nacional.
Mediano plazo: implementar condiciones adecuadas de gobernanza para las empresas energéticas, facilitando la inversión privada, las rondas de licitación de petróleo, y una reparación del sistema de generación de energía.
Largo plazo: revertir el declive de la producción de energía, facilitando la inyección de capital y capacidades en petróleo, gas natural y electricidad.
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