El impacto del recorte de tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos

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La Reserva Federal de Estados Unidos hizo oficial el primer recorte en las tasas de interés en más de una década, aunque el presidente Trump anhelaba un recorte mayor.

La Reserva Federal de Estados Unidos había subido las tasas cuatro veces nada más el año pasado, luego de casi una década de tasas bajas como parte de una política de estímulo lanzada en 2008 durante la crisis financiera global.

Recién este miércoles dio marcha atrás con una baja del 0,25% debido a preocupantes señales económicas en Estados Unidos y en sus principales socios comerciales en medio de la dura política comercial del presidente Donald Trump, enfrascado en una guerra arancelaria con China.

Trump ha estado fustigando contra la Reserva Federal desde comienzos de semana con la aparente «insuficiencia», de acuerdo a su opinión, de este recorte, que debería ser más pronunciado (al menos un 0,5%).

La baja de 0,25% confirmó la opinión de una abrumadora mayoría de analistas e inversores, citados por la agencia AFPatentos a la desaceleración del crecimiento de la economía global, la baja inflación estadounidense (1,5%), los conflictos comerciales y una menor inversión de las empresas en el marco de esta incertidumbre.

La misma Fed ha dicho al respecto que se trata de «una combinación de factores que refuerzan los argumentos en favor de una política económica más adecuada».

Cambio de rumbo

Con las subas, la última en diciembre de 2018, la Reserva Federal había estado intentando «normalizar» la política monetaria en un contexto de buen desempeño económico en el país en ese entonces. El último reporte del segundo trimestre de 2019, en cambio, muestra una desaceleración en la primera economía del mundo, con caídas en los sectores exportadores e industriales en el contexto de un dólar que, para muchos, está demasiado fuerte.

Aún así el crecimiento económico sostenido de Estados Unidos está entrando en su undécimo año consecutivo; el mayor período de su historia. Y con un mercado laboral en permanente crecimiento, bajo desempleo y con los precios de los activos en alza, los economistas están divididos sobre si la economía estadounidense necesita estímulos o salvaguardas.

Trump quiere los primeros, en sintonía con al reducción de tasas que están realizando el Banco Central Europeo y el Banco Central de China, pero para muchos esto podría estar acompañado de un «calentamiento» excesivo de la economía.

Una reducción en la tasa de interés de referencia tiene como consecuencia el abaratamiento del crédito, lo cual favorece la producción, el consumo y en definitiva el crecimiento económico y la baja del desempleo.

Como contrapartida, puede generar aumentos descontrolados en la inflación o la creación de burbujas en los mercados, como la inmobiliaria que estalló abruptamente en 2008 desencadenando una dura crisis económica de alcance mundial.

De esta forma, los recortes en las tasas suelen estar reservados para períodos recesivos y de alto desempleo, como en 2008, con la intención de reactivar la economía. Dado que Estados Unidos sigue creciendo sólidamente cerca del pleno empleo y con una baja inflación, muchos se sorprenden ante la decisión y temen que esta «sobrecaliente» a la economía.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, permanente blanco de las críticas de Trump, explicó que el recorte se debe a las citadas incertidumbres económicas a nivel global.

El departamento de Comercio señaló el martes que dado que la inflación sigue siendo mínima (la «Fed» querría que estuviera en el 2%), esto significa que hay pocas posibilidades de que se despierten grandes presiones sobre los precios.

Otros economistas sostienen que el aumento de las tasas dispuesto en diciembre fue un error y muchos dicen que probablemente la Fed hará uno o dos recortes adicionales en los próximos meses.

Después de un década, la Reserva Federal de EEUU bajará la tasa de interés