Colombia y Uruguay son más ajenos al ‘ciberacoso’ que España

La Universidad Internacional de La Rioja ha determinado que España es más vulnerable al ‘ciberacoso’ que países como Colombia y Uruguay.
La Universidad Internacional de La Rioja ha determinado que España es más vulnerable al ‘ciberacoso’ que países como Colombia y Uruguay.

Un estudio realizado por la Universidad Internacional de La Rioja afirma que ambos países latinoamericanos presentan menos casos que la nación europea.

El estudio se ha realizado a una muestra de 2.653 personas entre 10 y 18 años.
El estudio se ha realizado a una muestra de 2.653 personas entre 10 y 18 años.

El ‘ciberacoso’ es menos común en América Latina que en España. Al menos, en el caso de Colombia y Uruguay, según el estudio elaborado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) donde se compara por primera vez puntuaciones de ‘cibervictimización’ y ‘ciberagresión’ entre España, Colombia y Uruguay.

Los resultados evidencian que «España presenta más situaciones de ‘cibervictimización’ leve que Colombia, así como de ‘ciberagresión’ respecto a Colombia y Uruguay. En relación con la edad, el pico máximo en el que se sitúa en los tres países el ‘ciberacoso’ es en las horquillas de 13-14 y 15-16 años».

Asimismo, el estudio describe y compara el perfil del ciberobservador en los tres países, una figura muy relevante dado su potencial para la prevención o la perpetuación de las agresiones. Según los porcentajes totales obtenidos, la mayor parte de la muestra se posicionó en el perfil de defensor de la víctima, seguido por el de no comprometido con la situación. «Los datos muestran una distribución homogénea entre los tres países, excepto en las fórmulas que apoyan al agresor (ayudante y reforzador), especialmente altas para la muestra colombiana en el rango de 10-14 años y donde el apoyo a la víctima es menor».

Como indica Joaquín González-Cabrera, investigador de la UNIR, «por el contexto social y cultural de la violencia en Colombia pensábamos que sería en este país donde encontraríamos más conductas de cibervictimización y ciberagresión, así como de mayor apoyo a los agresores. Esto último sí que ha sido respaldado por los datos, pero el resto no. Especulamos sobre cómo la normalización de la violencia a veces genera una infra respuesta al no considerar ciertas acciones como agresiones. Además, en España cada vez hay una mayor concienciación sobre el acoso y el ciberacoso, lo que puede generar una mayor sensibilidad en la respuesta«.

Una problemática en crecimiento

El «ciberacoso es un problema cuya prevalencia se ha incrementado considerablemente en los últimos años». Aunque en Estados Unidos y Europa se ha investigado ampliamente, no ocurre lo mismo en Latinoamérica. Además, «pese al idioma y a una base cultural similar que comparten España y los países latinoamericanos, lo que convierte en relevante la comparación entre ellos, no existen suficientes estudios al respecto».

En relación con el uso problemático de Internet, la horquilla varía entre el 4,5 por ciento de casos problemáticos o potencialmente problemáticos de Uruguay y el 6,8 por ciento en España, un intervalo que está en el rango de otros estudios similares.

Respecto a las dimensiones de este uso problemático de Internet que parecen predecir mejor el ciberacoso, se encuentran la regulación del estado de ánimo (para cibervictimización), las consecuencias negativas (para ciberagresión) y uso compulsivo (para ambas).

En palabras de Daniela Baridon-Chauvie, también investigadora de UNIR, «se ha evidenciado una problemática que incide de forma relevante en la calidad de vida de los adolescentes, ya que afecta negativamente a aspectos como sus hábitos de salud o sus relaciones interpersonales«.

La muestra estuvo formada por 2.653 participantes de 10 a 18 años, de los cuales el 50,8 por ciento eran hombres y el 49,1 por ciento mujeres. La elección se realizó mediante un criterio geográfico, por lo que se intentó conseguir centros del norte-sur y este-oeste, así como de núcleos urbanos y zonas de nivel económico medio-bajo en cada país.