Son las únicas ciudades latinoamericanas que se han sumado a la iniciativa ratificada por 12 grandes ciudades para proteger el medio ambiente para 2030.
Dos ciudades latinoamericanas están apostando por un transporte más ‘verde’. La Ciudad de México y Quito han sido las únicas dos metrópolis de la región en comprometerse a que, a partir de 2025, no adquirirán ningún autobús que no sean ecológicos. Una iniciativa que ha sido acordado por 12 grandes ciudades con el objetivo de reducir las emisiones de combustibles fósiles y proteger el Medio Ambiente de cara a 2030.
Específicamente, la docena de ciudades comprometidas quedan completadas con la presencia de Londres, París, Los Ángeles, Barcelona, Copenhague, Vancouver y Ciudad del Cabo. Entre todas, alcanzan una población conjunta de casi 80 millones de personas y promoverán el uso de la bicicleta y del transporte público bajo una política de ‘calles libres de combustible fósil’.
Los alcaldes, algunos de los cuales forman parte del grupo C40, buscan frenar así el calentamiento global y han asegurado que «a partir de 2025 comprarán solamente autobuses sin emisiones y garantizarán que las principales áreas de sus ciudades tengan contaminación cero para 2030«.
Los ayuntamientos, por su parte, están estableciendo objetivos ambientales más estrictos que los impuestos por los Gobiernos de sus respectivos países, con el propósito de reducir la contaminación del aire y alcanzar las metas establecidas en el acuerdo de París 2015, con el que se pretende frenar las emisiones de gas que provocan el efecto invernadero.
Caroline Watson, una experta en vehículos de baja emisión en el C40, ha asegurado que el acuerdo implica «un compromiso claro por escrito para que el sector privado fomente inversiones más ecológicas en las ciudades». Las zonas libres de emisión pueden derivar en más parques, áreas peatonales o carreteras de uso exclusivo de vehículos eléctricos o impulsados por hidrógeno, de forma que las ciudades sean lugares más atractivos en los que vivir.
«La contaminación del aire, producida por los vehículos de gasolina, está matando a millones de personas en ciudades de todo el mundo», ha declarado la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, quien ha recordado que «estas mismas emisiones han provocado el cambio climático».
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha dicho que pretendía generar unas 165 hectáreas de espacio verde en los próximos años, aumentar los carriles para bicicletas y reducir el uso de los vehículos privados. Por su parte, el alcalde de Seattle, Tim Burgess, ha declarado que el plan pone de manifiesto «el poder de las ciudades para liderar un cambio en el medio ambiente«.