“Este Gabinete tendrá el compromiso de servir, de consolidar el desarrollo nacional, generar empleo digno y avanzar en erradicar la pobreza”. Así presentó el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, a su equipo de Gobierno a través de las redes sociales. El anuncio, en el que denota una clara apuesta por el modelo económico, hace que su nuevo ministro de Finanzas, Carlos de la Torre, sea una pieza clave para la sostenibilidad de su programa de gobierno. Justamente, una persona que ha apoyado al máximo mandatario desde hace años y que se suma desde cero a la cartera económica, a diferencia de otras áreas en las que se prefirió dejar a los ministros anteriores.
Ante los importantes retos a asumir en la economía de Ecuador, es necesario conocer la experiencia que tiene De la Torre en el ámbito. Según indican desde el propio Ministerio de Finanzas, el máximo responsable de la cartera es director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, así como maestro en Economía, y consultor de la Organización de Estados Americanos (OEA), Naciones Unidas, Banco Mundial, Comunidad Andina, Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En su currículo, donde se precisa que también en profesor universitario y conferencista académico internacional, hay otros datos de interés como es su trayectoria profesional. En este sentido, el nuevo ministro ha sido asesor de la Gerencia General del Banco Central de Ecuador entre enero de 2016 y mayo de 2017, cuando acepta el cargo en el nuevo Gobierno. Anteriormente, fue director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, la misma institución académica de la que ha sido subdecano de la facultad de Economía.
Entre los grandes retos que tendrá que asumir De la Torre se encuentran el de paliar los efectos de la deuda externa, estimada en 26.000 millones de dólares casi el mismo monto que el presupuesto nacional, de unos 30 mil millones, según datos oficiales. Para lograrlo, una de las posibilidades es la búsqueda de la reactivación del sector empresarial, ya que la mayor fuente de ingreso del país es la vía tributaria, mediante la que se recaudan 15.000 millones de dólares.
A su favor cuenta con un Producto Interior Bruto (PIB) que se prevé sea del 1,4 por ciento para el cierre del presente ejercicio, dejando en el recuerdo el tropezón económico del país que, según el anterior mandatario, Rafael Correa, estuvo vinculado a la drástica caída del precio internacional del crudo, la apreciación del dólar en una economía anclada a la divisa de Estados Unidos, y las pérdidas por más de 3.000 millones de dólares causadas por el terremoto en abril de 2016. En este sentido, la economía de Ecuador tiene tantos retos como oportunidades, dependerá de la habilidad del nuevo ministro para inclinar la balanza hacia uno de esos lados.