La máxima institución financiera estima que, para el cierre del ejercicio, se alcanzará una inflación del 1,5 por ciento.
La economía europea apunta al repunte general. El Banco Central Europeo (BCE) prevé un crecimiento de la zona del euro del 2,2 por ciento para este año (tres décimas superior al 1,9 por ciento que anunció en las proyecciones de junio), con una inflación del 1,5 por ciento (igual que en junio), según ha anunciado el presidente de la institución, Mario Draghi.
Previamente, el consejo de gobierno del Banco Central Europeo mantuvo su tasa de interés rectora, la que cobra a los bancos por prestarles a una semana, en el mínimo histórico del 0 por ciento y sigue dispuesto a aumentar las compras de deuda si fuera necesario.
Los expertos del Banco Central Europeo prevén ahora para el 2018 un crecimiento del 1,8 por ciento (como en junio) con una inflación del 1,2 por ciento (1,3 por ciento en junio). Asimismo, para el 2019 pronostican un crecimiento del 1,7 por ciento (como en junio) y una inflación del 1,5 por ciento (1,6 por ciento).
Resultados del segundo trimestre
El Producto Interior Bruto (PIB) subió en el segundo trimestre del año un 0,6 por ciento en la eurozona y un 0,7 por ciento en el conjunto de la Unión Europea, según la estimación publicada por la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.
Las previsiones de Eurostat conllevan aumentos interanuales del 2,3 por ciento en los países del euro y del 2,4 por ciento en la zona euro, en comparación con las mismas fechas de 2016. Entre enero y marzo de este año, el alza había sido del 0,5 por ciento en ambas áreas, recordó Eurostat.
Si se analiza en profundidad, entre los países en los que entre abril y junio más aumentó el PIB estuvieron la República Checa (2,5 por ciento), Suecia (1,7 por ciento), Rumanía (1,6 por ciento) y Holanda (1,5 por ciento), mientras que España obtuvo un 0,9 por ciento y, en el extremo contrario, se encontraron Portugal y Reino Unido, ambos con un 0,3 por ciento.