La fórmula es la misma en España que en sus países vecinos: poca lluvia y altas temperaturas en los primeros meses del año. Y entonces llega la respuesta. La sequía se ha extendido por el territorio, aunque no de forma uniforme, y ha acabado impactando en la agenda política, que trata de evitar grandes pérdidas económicas en el corto y el largo plazo.
Así, el Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado este jueves un paquete de ayudas e inversiones por valor de 2.190 millones ante unas crisis que ya se asume que serán «cada vez más frecuentes». ¿Cómo han respondido Italia, Francia, Portugal o Marruecos a la escasez de agua?
Italia: intervenciones urgentes en cinco regiones
Italia aprobó en abril un decreto ante la crisis del agua, pero no ha sido hasta la primera semana de mayo que el Gobierno de Giorgia Meloni ha aprobado los primeros 102 millones para las intervenciones más urgentes en cinco regiones: Lombardía, Piamonte, Véneto, Emilia Romagna y Lazio. Según informa la agencia italiana ANSA, la prioridad de estas inversiones está en las plantas desalinizadoras de agua del mar y poner en marcha una tubería ya existente para poder transportar recursos al norte del país, donde se sufre especialmente la escasez.
El lago Garda, el más grande del país, está en mínimos históricos y el río Po, el más caudaloso, ha reducido su caudal a un tercio de lo habitual, amenazando la importante ganadería de su valle. El año pasado, la falta de agua ya dejó pérdidas millonarias en el sector primario italiano.
Ante esto, el Ejecutivo italiano ha creado un nuevo puesto ante la emergencia, el del ‘comisario contra la sequía’. Ostenta el cargo el que era director de una institución agrícola en la región del Véneto y que, casualmente, se llama Nicola Dell’Acqua.
Más allá de la primera dotación, el «Decreto de Sequía» compromete al Gobierno a mantener y construir infraestructuras hidráulicas, así como mejorar la red de suministro, desde los embalses a las fugas. También incluye medidas energéticas (con crédito fiscal para la compra de diesel agrícola ante el aumento del precio), fiscales (eliminando algunos impuestos) y tecnológicas (promoviendo proyectos de inteligencia artificial y datos para mejorar la eficiencia).
Los ministerios, recoge ANSA, han comenzado a estudiar los recursos disponibles ya asignados al sector para poder planificar nuevas obras, unos fondos pendientes de activar que podrían ascender a 8.000 millones de euros.
Francia: medidas para la «sobriedad» y algunas inversiones
Francia ha sufrido este año la sequía invernal más larga desde 1959, cuando empezó a haber registros. Así, en mitad de la polémica por la reforma de las pensiones en Francia, el presidente Emmanuel Macron salió a anunciar su «Plan Agua», un compromiso de 53 medidas para «adaptar» el uso de los recursos hídricos a la «sobriedad» que consideran necesaria y «cambiar los hábitos» de la sociedad.
Entre sus objetivos está reutilizar un 10% de las aguas residuales de aquí al 2030 (frente al menos del 1% actual) o imponer ya este año una «tarificación progresiva y responsable», de modo que cuanto más se gaste, más costará cada metro cúbico. Además, el Ejecutivo ha movilizado 180 millones de euros para solucionar las fugas de agua y ha prometido inversiones para mejorar el desperdicio de este preciado recurso en las centrales nucleares. Para este proyecto, en cambio, no se ha concretado cifra.
La crisis hídrica se siente sobre todo en la región de los Pirineos Orientales, pegada a España, y en Gard, cuya capital es Nimes. Allí, ciertas áreas en «crisis» pueden usar las reservas de agua solo para cuestiones de salud, seguridad civil o saneamiento y están prohibidos los usos agrícolas. Hasta en ocho departamentos se ha activado la «alerta reforzada», el cual restringe a la mitad el agua para riegos y prohíbe regar jardines, campos de golf, llenar piscinas o lavar coches. Quienes derrochen pueden enfrentarse hasta multas de 1.500 euros, informa la corresponsal de TVE, Mavi Doñate. En el departamento pirenaico han prohibido incluso la venta de piscinas sin obra para que no correr ningún riesgo.
Marruecos: refuerza sus infraestructuras
La sequía es también motivo de preocupación para la sociedad y el Gobierno de Marruecos. A mediados de mayo, el conjunto de los embalses marroquíes están al 32,3 % de su capacidad, un nivel muy similar al del año pasado en las mismas fechas. En 2022, el calor extremo y la falta de agua ya produjo importantes pérdidas para su económica, según reconoce el Ministerio de Infraestructuras y del Agua, y este año el servicio europeo Copernicus ya habla de anomalías térmicas con picos de +4ºC en España y Marruecos en abril.
En el país vecino, el Programa Nacional de Abastecimiento de Agua Potable y Riego de 2020 a 2027 ha aumentado su dotación total a 143.000 millones de dirhams (13.000 millones de euros). Algunas de las nuevas inversiones están destinadas interconectar las reservas de las cuencas de los ríos Sebou, Bouregreg y Oum Er-Rbia, construir nuevas presas, movilizar agua no convencional y reforzar el suministro de agua potable al mundo rural.
Portugal declara la «sequía severa y extrema»
Cerca del 40% del territorio de Portugal, en la mitad sur del país, está bajo declaración de «sequía severa y extrema» desde este lunes. El Gobierno ha activado dicha alerta por las altas temperaturas y las bajas precipitaciones en marzo y abril, sin embargo, no ha puesto en marcha ninguna medida urgente. Según el Ejecutivo de António Costa, la campaña de riego está asegurada en 60 de los 65 embalses que abastecen al campo, mientras la declaración permitiría flexibilizar algunas actividades en el sector primario.
En cualquier caso, el Gobierno luso ya impulsó un plan nacional de modernización de sus regadíos, con 2030 como horizonte. La ministra de Agricultura, Maria do Céu Antunes, informó a finales de marzo de que ya están en ejecución más de 300 proyectos, con una inversión de 800 millones de euros.
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