La primera medida será intentar hacerse con alguno de los seis corredores de la capital, para lo que se ha asociado con la empresa local, familia Díaz.
Alsa competirá en Chile. La compañía, junto a su grupo National Express, ha anunciado que intentará hacerse con la explotación de alguno de los seis corredores de transporte metropolitano de Santiago de Chile que la ciudad ha sacado a concurso. Un proyecto que, de concretarse, será su primer paso en el mercado de América Latina. Para lograrlo, la compañía se ha asociado con un grupo local de transporte, la familia Díaz, para concurrir por el servicio.
Los dos socios han conformado un consorcio a través del que a finales de año presentarán una oferta para intentar hacerse con alguna de las seis líneas de este sistema de transporte en liza.
La oferta se presentará a Transantiago, la firma de transporte constituida hace una década por el Ministerio de Transporte de Chile para gestionar los tráficos de la capital con su área metropolitana, que concentra el 40 por ciento de la población del país. En la actualidad, esta red de transporte gestiona siete corredores, en los que presta servicio a un total de 7,3 millones de viajeros al año, con una flota de 6.500 autobuses.
Las firmas de transporte con las que la compañía pública contrata la concesión de la explotación de los corredores tienen que aportar la flota de autobuses correspondiente para prestar el servicio, explotarlo y mantenerlo.
Transantiago ha sacado a concurso cuatro de los siete corredores, si bien en realidad son seis los contratos licitados, dado que los cuatro originales se han reestructurado para convertiste en media docena. Estos corredores en liza copan la mitad de la flota de autobuses de este sistema de transporte, esto es, unos 3.250 vehículos, según detalla Alsa.
En caso de lograr la explotación de alguno de estos seis corredores del Transantiago, Alsa y el grupo británico al que pertenece extenderían a Latinoamérica la actividad de transporte de viajeros en tren y en autobús que ya prestan en Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Marruecos y España.
El socio con el que pretende acometer este desembarco es una firma con más de setenta años de trayectoria en el mercado chileno, que opera distintas empresas de transporte interurbano y por contratos, que suman una flota de unos 1.700 autobuses.
Alsa y la familia Díez, en este caso a través de la firma Jedimar Inversiones, han conformado un consorcio denominado Nextbus para concurrir a la puja por las líneas de la capital de Chile.
El consorcio aspira a lograr alguno de los corredores para implementar en este servicio «las mejoras prácticas del transporte, ajustándolas a las particularidades del mercado local«. Según aseguran, su alianza aúna el ‘know how’ internacional de Alsa con el conocimiento de la realidad local de la familia Díez.
Además, las dos firmas señalan el «potencial de crecimiento» que presenta el transporte de la capital de Chile, «en la medida que los corredores metropolitanos sigan mejorando sus conexiones con otras redes, como las de metro y el tren.