La Agencia Europea de Estadísticas (Eurostat) evidencia el repunte de peticiones del país latinoamericano durante el último trimestre del año.
El asilo sigue siendo una de las puertas de entrada de la Unión Europea más solicitadas. La Agencia Europea de Estadísticas (Eurostat) afirma que, para el último trimestre del año, el número de solicitudes ascendió hasta los 146.900 casos (sólo tomando en cuenta a los que presentan la petición por primera vez). Un dato que representa un aumento del 4 por ciento con tan sólo los tres meses anteriores.
Las peticiones de asilo siguen siendo lideradas por los ciudadanos de Siria y Afganistán. En concreto, ambas naciones cuentan con el 14 y 8 por ciento, respectivamente, del total de peticiones recibidas en el último trimestre de 2018. Muy cerca quedan los volúmenes alcanzados por los solicitantes de asilo provenientes de Iraq (7 por ciento), Turquía (5 por ciento) e Irán (5 por ciento).
La Agencia Europea de Estadísticas también destaca el incremento de las peticiones que se originan en Venezuela. El país latinoamericano representa el 3 por ciento del total, lo que le sitúa a la par de países como Nigeria, Albania y Georgia, así como ligeramente por debajo de los volúmenes alcanzados por Pakistán (4 por ciento). En este sentido, quedan nuevas evidencias del impacto que está teniendo la diáspora venezolana para los procesos migratorios de la Unión Europea, pero con especial énfasis en España.
Completando los primeros lugares en solicitud de asilo, Eurostat también afirma que hay un importante volumen de peticiones provenientes de Eritrea (África), y Rusia.
Los destinos más demandados
Alemania ha sido el país donde más se solicita asilo. La nación germana recibió el 29 por ciento del total de peticiones del último trimestre del año, seguido por Francia (19 por ciento),Grecia (11 por ciento) y España (9 por ciento, y donde los venezolanos han dado un impulso para alcanzar dicho nivel). Al contrario, se registra una contracción del 34 por ciento en Italia, unos resultados que coinciden con la política antiinmigración del actual gobierno italiano.