La rápida respuesta del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones a favor de los migrantes que escapan de los talibanes despierta la indignación de otros solicitantes.
El Gobierno de España se ha movilizado rápidamente para ofrecer asilo a los refugiados afganos que tratan de huir de su país tras la vuelta al poder de los talibán.
Sin embargo, la rápida respuesta del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones a favor de los migrantes que escapan de los talibanes despierta la indignación de otros solicitantes.
El enfado radica en la diferencia que existe con respecto a otros países, quienes también intentan escapar de regímenes violentos y opresores. No en vano, España rechazó en 2020 un 95% de las solicitudes presentadas, en su gran mayoría, por ciudadanos procedentes de otros lugares.
Se trata de un porcentaje que supera con creces al de la media de la UE. En 2020, por segundo año consecutivo, el Gobierno aprobó solo el 5% de las peticiones que se presentaron, mientras que la media europea se sitúa en el 33%.
En total, según el balance de la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio del Interior recogido por CEAR, el país recibió 88.762 solicitudes de protección internacional, un 25% menos que el año anterior (118.446), de las que únicamente 5.758 fueron favorables: 4.360 fueron concesiones de estatuto de refugiado y 1.398 de protección subsidiaria.
Para CEAR, la situación del derecho de asilo en España a lo largo de 2020 presenta «luces y sombras». Entre los aspectos positivos destacan «la notable agilización de los expedientes», hasta el punto de que se duplicaron los resueltos en 2019 y casi se multiplicaron por diez los tramitados en 2018.
España -señala la comisión- fue el tercer país de la UE que más solicitudes de asilo atendió el año pasado. Solo por detrás de Alemania y Francia. «Sin embargo, mantuvo una tasa de reconocimiento de la protección internacional del 5%, muy alejada de la media comunitaria (33%) y una de las más exiguas de toda la UE, aunque también concedió la autorización de residencia por razones humanitarias a cerca de 41.000 personas, en un 99% originarias de Venezuela», expone la organización en su último informe sobre refugiados.
«La diferencia entre nuestra realidad y la del resto de Europa es que hay un alto porcentaje de personas procedentes de América Latina. La comparación con otras realidades europeas se hace difícil, pero hay que seguir mejorando, hay un gran margen de mejora», reconoce Estrella Galán a este diario.