Las visas H-1B han estado en la mira de Donald Trump desde el inicio de su gobierno, ya que considera que su limitación frenará la inmigración
Las empresas han solicitado menos visas de trabajo H-1B este primer trimestre de 2019, el número más bajo desde 2015. La disminución de pedidos de esta visa afecta a los profesionistas extranjeros que quieren trabajar en Estados Unidos.
El decremento podría estar ligado con las nuevas disposiciones de la administración Trump, que buscan limitar la inmigración y beneficiar la asignación de visas a trabajadores todavía más especializados, según han dicho las autoridades.
Por ley, cada año se otorgan 85.000 visas por medio de dos sorteos: 20.000 para graduados de maestrías o doctorados y 65.000 para graduados de licenciatura.
Como el número de solicitudes rebasa con creces las visas que hay disponibles, se lleva a cabo una lotería. Hasta hace poco, primero se sorteaban los espacios para los de maestría o nivel superior, y los que no alcanzaban un lugar eran incluidos con los egresados de licenciatura para participar en la lotería de las 65.000 visas restantes.
Este año se invirtió el proceso.
A los egresados de maestría o superior se les dieron 65.000 lugares y los otros 20.000 fueron divididos entre quienes no ganaron una visa en el primer grupo y todos los egresados de licenciatura.
Es una medida que tiene como “objetivo mejorar nuestro sistema de inmigración”, dijo el director del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, en inglés), L. Francis Cissna en enero de 2019.
Así, USCIS estimó que aumentaría un 16% la cantidad de visas asignadas a trabajadores con niveles de estudio superior a la licenciatura. Algo que según esta visión estaría en sintonía con el mandato de Trump de priorizar la mano de obra más especializada.
Por el momento, el resultado más visible ha sido la disminución de las solicitudes de visas por parte de las empresas. En comparación con el primer trimestre de 2018, 2017 y 2016, de octubre a diciembre (año fiscal 2019) se pidieron sólo 60.000 visas: 2.300 menos que en 2018 y 5.000 menos que en 2017.
La tasa de solicitudes aprobadas también disminuyó notablemente, pasando de 92% en el primer trimestre de 2017, a 83% en 2018 a 74% en 2019.
Por ello, algunos han apuntado a la política antiinmigrante del presidente, Donald Trump, como la razón del aparente menor interés de las empresas en reclutar talento extranjero.
“Estos ataques en los últimos dos años han tenido un efecto escalofriante en los empleadores. Cuando necesitan del talento extranjero, pero no pueden confiar en que se los van a aprobar, crea una incertidumbre, aumenta los costos, y nos hace menos competitivos como nación”, dijo el abogado y defensor de los derechos de los migrantes, Hassan Ahmad, consultado por el portal de noticias web Quartz.
Los datos del visado H-1B
Antes de presentar una petición al USCIS, las empresas deben tomar medidas para garantizar que los trabajadores estadounidenses no sufrirán daños al emplearse trabajadores extranjeros, explica el Consejo Americano de Inmigración.
Eso incluye notificar a los empleados existentes que existe la intención de contratar personal H-1B y afirmar que hacerlo no afectará negativamente los salarios y las condiciones de trabajo de los trabajadores estadounidenses empleados de manera similar.
De acuerdo con los datos de la agencia, para el año fiscal 2018, que finalizó el 30 de septiembre de ese año, el USCIS recibió cerca de 420,000 peticiones para el empleo inicial y continuo de H-1B. Alrededor del 74% de ellos provenían de personas nacidas en India y el 11% en China.
Los empleadores deben pagar todos los honorarios y costos asociados con el proceso H-1B, de acuerdo con William Stock, un abogado de inmigración y miembro fundador de Klasko Immigration Law Partners, LLP, consultado por la cadena NBC.
Stock dijo que el USCIS cobra 460 dólares para procesar la solicitud y también cobra tres tarifas adicionales: 1,500 dólares para financiar los programas de capacitación de trabajadores de los Estados Unidos; 500 dólares para esfuerzos contra el fraude; y 4.000 dólares adicionales de empleadores cuya fuerza laboral es más del 50% de los empleados patrocinados.