La evaluación busca medir los conocimientos imprescindibles para convertirse en un ciudadano español.
El trámite para obtener la nacionalidad española no es sencillo. Los solicitantes, además de acreditar la residencia, tienen que superar dos exámenes: uno de conocimientos y otro de idioma.
El Instituto Cervantes el encargado de elaborar y administrar los dos exámenes necesarios para cualquier extranjero en esta situación. El primero de ellos es el llamado diploma de español DELE (nivel A2), que sólo se exige a los ciudadanos cuya lengua materna no sea el castellano o a aquellos que no hayan obtenido con anterioridad un diploma de español como mínimo del nivel A2.
El segundo sí es obligatorio en todos los casos: es la prueba CCSE (prueba de Conocimientos Constitucionales y Socioculturales de España), que evalúa las nociones de la realidad política, geográfica, histórica, cultural, social o económica en España. Para superarla, el candidato tiene que responder correctamente a 15 de las 25 preguntas tipo test que se distribuyen en torno a cinco bloques.