Francisco Rodríguez Tejedor está por publicar ‘Soñadores: 25 emprendedores de los que aprender’, la primera de sus obras que vincula sus dos mundos: la economía y la literatura.
Francisco agita ligeramente la cucharilla en el café. El humo brota desde la taza y se funde con sus palabras. “Cada persona tenemos un lado oscuro y otro de luz. Es una constante lucha. Muchos están en medio y otros, al contrario, se posicionan”. Un pensamiento que queda de manifiesto en las seis novelas que ha publicado. No obstante, pocos imaginarían que, detrás de estas cápsulas literarias, existe un economista que se ha dedicado, por más de años, al sector bancario; llegando a ser director de Riesgos en la división de Grades Empresas y Banca de Inversión de BBVA.
La pasión por las palabras siempre le ha acompañado. “De niño escribía poesía entre los cuadernos o en un diario”, recuerda. Proveniente de un entorno humilde, dejó las letras en un segundo lugar para estudiar la licenciatura en Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad Autónoma de Madrid al mismo tiempo que trabajaba para poder costear su formación. No obstante, su vena literaria permanecía latente, esperando que cualquier oportunidad le permitiese dar muestras de su talento. ¿Una de las primeras?, con apenas 24 años.
“Dentro de BBVA realizaron un concurso literario. No lo dudé y participé. Fue justamente la edición en la que gané el premio en relato corto y en poesía”, admite a IberoEconomía. No fue la única vez que demostró su potencial dentro de la institución financiera. En los constantes viajes que hacía a Eurasia yAmérica, Rodríguez Tejedor aprovechaba todo el tiempo de los vuelos y aeropuertos para ir creando su primera novela: ‘El día que fuimos dioses’. Una obra en la que trabajó durante cuatro años, hasta publicarla en 2011, lo que hizo que su empresa le nombrase ‘Embajador Destacado de BBVA’ al año siguiente.
‘El día que fuimos dioses’, “un drama romántico internacional sobre los sueños de juventud y la materialización de los mismos en la vida adulta”, llegó hasta el interior de TVE, donde se valoró la opción de realizar una película. Un proyecto del que, hasta este momento, sólo se ha logrado vislumbrar un corto de los personajes secundarios para dar promoción al largometrajeque protagonizó Imanol Arias. “Fue la puerta de entrada para el mundo del cine, donde he dado mi apoyo y he estado involucrado tanto en proyectos altruistas, como de asesoría para medir el impacto y rentabilidad económica de una producción o ayudar a encontrar canales de financiación”, explica el también autor de ‘Los mejores 101 momentos del amor’.
Una nueva vida
“Tras tantos años trabajando en el sector bancario, decidí prejubilarme. Fue el momento para explotar a plenitud mi vena artística que ya había iniciado en mis últimos años en el banco y empezar una nueva vida”, admite. Una etapa donde se ha sumergido en el mundo de las letras y donde no se ha aproximado a la economía, con la excepción de su última obra. “Con ‘Soñadores: 25 emprendedores de los que aprender’, he preparado una novela para los jóvenes sobre el hallazgo de la vocación y su materialización a través de una historia novelada que incluye 25 entrevistas reales a grandes emprendedores”, puntualiza.
En esta novela, que se publicará antes del verano, ha contado con el apoyo de sus hijos como coautores. “Alicia está en el sector de la banca y tiene un lado artístico muy presente, mientras que Guillermo está estudiando Administración de Empresas y tiene una clara vocación hacia el emprendimiento. En este sentido, no es solo una obra que vincula mi faceta económica y de literatura, sino que, además, está plenamente en contacto con mi entorno y con los jóvenes”, matiza Rodríguez Tejedor.
La nueva publicación se suma a las anteriores: ‘El día que fuimos dioses’; ‘El claxon’ (suspense psicológico con el trasfondo de la culpa y el perdón y de lassegundas oportunidades), ‘Cinco estremecimientos’ (Suspense en los momentos y decisiones claves en la vida de cinco personajes al límite.), ‘Memorias de un sauce curvo’ (Un drama romántico e histórico/costumbristacon las relaciones familiares como eje y su evolución en los últimos años), ‘Mil palabras para el optimismo’ (El diario durante un año de un escritor optimista.), y ‘Los mejores 101 momentos de amor’ (Un recorrido intimista por todas las fases del amor y del desamor).
“En todas las obras se aborda la dualidad de luz y oscuridad que existe en cada persona, algo similar a lo que busca explicar Star Wars”, bromea. A través de sus libros ha buscado“extraer ese pensamiento, profundamente romántico, de buscar la luz dorada que recordamos del buen pasado, limpiarla de nostalgias y utilizarla como trampolín para construir un futuro más próspero”. En este sentido, reconoce admirar “a las personas que brillan con luz propia, así como aquellas que han logrado someter con su luz al lado más oscuro de su personalidad”.
Con el tintero lleno
El antiguo director del BBVA espera que el verano comience con la publicación de su nueva novela ‘Soñadores: 25 emprendedores de los que aprender’. No obstante, ya tiene listo su próximo paso para el regreso del otoño e invierno, cuando prevé que saldrá a la venta ‘Algo de nosotros quedará’, un libro sobre la pérdida de la inocencia y la venganza ambientada en el mundo del narcotráfico en Argentina y España. “La obra contará con una versión al cine, que ya está en proceso de preproducción”, puntualiza.
Mientras los lectores disfrutan de estas nuevas entregas, Rodríguez Tejedor se enfrentará a sus próximos trabajos: ‘Gente 11’, un libro que recopila entrevistas con personas que “tras haber superado unas adversidades tremendas, han demostrado su capacidad para jugar las cartas que la vida les ha dado”. Simultáneamente, ayudará en la realización de un largometraje sobre cómo crecen los niños de España, Angola y Colombia hasta que se convierten en adultos, “un proyecto similar al que recientemente hizo ‘Boyhood’”.
Los proyectos quedan flotando tangibles en el aire, mientras que el humo se ha dispersado y sólo quedan los restos del café en una taza testigo de una entrevista en el corazón de Madrid.