El surfista profesional luso venezolano Sérgio Martins Nunes, luego de haber vivido en distintos países y en un afán de reencontrarse con sus raíces, regresó a Portugal para establecerse junto a su familia, con quienes ahora emprende un proyecto innovador en la costa portuguesa.
Buscando cumplir otro de sus sueños, el natural de Madeira ha creado Surfing Room, un negocio móvil donde los surfistas pueden reparar sus tablas e incluso aprender a hacerlas, siempre junto al mar y de la mano de un shaper profesional.
Pero eso no es todo, Sufing Room nació para crecer y así es como en medio de plena pandemia ha diversificado su cartera de productos a fin de mantenerse fiel a su público y educar a las nuevas generaciones.
Emprender en medio de la pandemia
Inaugurado oficialmente el pasado 4 de mayo en Lisboa, Surfing Room brinda asesorías, workshops, coaching e incluso lecciones de surfing con el internacionalmente conocido surfista Justin Mujica.
Sergio estaba ya preparado para abrir su negocio este 2020, cuando surfear fue prohibido en Portugal. Sergio se adaptó rápidamente a esta nueva situación y comenzó a ofrecer servicios de reparación a domicilio. Que fue rápidamente apreciada por la comunidad surfista como un valor adicional a los servicios de la Surfing Room.
Así cuando ya los surfista volvieron al agua, ORG surfboards decidió apoyar a Surfing Room y Sergio se enrumbo al Centro-Norte de Portugal para hacer su primer tour. La experiencia fue increíblemente gratificante las comunidades Espinho, Vagueira e Figueira da Foz recibieron con los brazos abiertos a Surfing Room y tuvieron la oportunidad de hacer “Test Drive”, probar las tablas ORG e hasta algunos pudieron comprarlas.
Los más beneficiados en este corto camino que ha transitado por ahora Surfing Room, han sido los niños que han asistido a los talleres gratuitos de shaping, pues no sólo aprenden el arte de hacer tablas, sino cómo escoger la correcta y además el respeto por el mar y el medio ambiente.
La buena acogida que ha tenido Surfing Room hasta ahora, gracias al apoyo de la comunidad surfista como el Filmaker Eduardo Vento e fotógrafo Miguel Angel Silva, e de negócios como a ORG Surfboards, ACDC Estudio de Reparações e a Wildsuit Europa, que reconocieron inmediatemente el potencial de este proyecto.
Tambien la forma en que Surfing Room ha logrado darse a conocer ha sido principalmente gracias al apoyo prestado por restaurantes, escuelas de surf y otras organizaciones, hace posible que, cumpliendo todas las medidas sanitarias necesarias, en las próximas semanas la caravana continúe sumando kilómetros por las playas de continente, asistiendo a más surfistas, rompiendo paradigmas y demostrando al mundo que vivir de los sueños es posible.