MiCrowd ayuda con microcréditos al empoderamiento de la mujer latina

Alejandro de León, fundador de MiCrowd.

Alejandro de León ha creado una comunidad de inversores y prestamistas que ayudan a las emprendedoras de Nicaragua  en el desarrollo de sus proyectos empresariales.

El corazón de la economía latinoamericana late a buen ritmo con el trabajo de sus mujeres. Aguerridas y valientes, ellas son uno de los motores del desarrollo económico y social de la región. Sin embargo, las diferencias de salario y de oportunidades hacen que aún sea necesario realizar esfuerzos que garanticen su empoderamiento dentro de la sociedad. Así lo entendió Alejandro de León en su viaje a Nicaragua en 2012, cuando “tras visitar a unos 50 niños que había becado, me di cuenta de que sus madres buscaban recursos para emprender por cuenta propia y satisfacer sus necesidades”, apunta. Así nació la idea de crear MiCrowd.

Alejandro indica que con el proyecto se han beneficiado 786 mujeres emprendedoras en cuatro años.
Alejandro indica que con el proyecto se han beneficiado 786 mujeres emprendedoras en cuatro años.

El proyecto, que conecta a inversores españoles con emprendedoras de Centroamérica, empezó en 2013 a nivel personal. Es decir, De León otorgó crédito a unas 10 mujeres para medir el impacto de las ayudas y la tasa de retorno, “que fue del 100 por cien durante ese primer año”. Con esta primera experiencia en Nicaragua, se animó a fundar la sociedad limitada en la que actualmente hay “entre 10 y 15 inversores de fondos de inversión o banca, que aportan unos 40.000 euros y 170 más pequeños que suelen destinar entre 500 y 3.000 euros”, precisa.

El crecimiento de MiCrowd en Nicaragua se logró gracias al boca a boca, “ya que las mujeres conversaban sobre la oportunidad de conseguir un crédito a un 25 por ciento de interés, una tasa muy inferior a la del 48 por ciento que reclaman las instituciones financieras del país latinoamericano”, afirma el fundador de la comunidad de inversores. Su evolución le ha permitido llegar a las 786 mujeres emprendedoras, quienes han recibido más de 1.500 préstamos, equivalentes a una cantidad superior al millón de euros destinados a la región.

Con un préstamo medio de 1.000 dólares por emprendedora, la comunidad busca cambiar la cultura financiera de las regiones más humildes de Nicaragua. “Queremos que empiecen con créditos más bajos y fáciles de afrontar, para ir subiendo al mismo tiempo que sus negocios son más rentables”, indica el también fundador de BlueMove. De ahí que se estén dando sesiones de formación en materia de gestión y financiación. “Al principio pensamos que necesitarían formación relacionada con su sector, pero al poco tiempo nos dimos cuenta de que se trataba de actividades que venían realizando durante generaciones y que conocían al detalle, por lo que nos centramos en aspectos más financieros y contables”, puntualiza.

Los cursos tienen un coste de dos dólares. “Es una cantidad simbólica para que, por un lado, valoren la información aportada y, por otro, fomentemos la tasa de retorno de los préstamos”, aclara De León. Una técnica que, hasta el momento, parece estar dando resultado, ya que la media de impago ha sido del 2,7 por ciento durante los últimos dos años, mientras que la capacidad de provisión se ha mantenido al 8 por ciento.

La emprendedora latinoamericana

Los grandes inversores bancarios destinan una media de 40.000 euros frente a los 3.000 de particulares.
Los grandes inversores bancarios destinan una media de 40.000 euros frente a los 3.000 de particulares.

“Nos hemos centrado en las mujeres de Latinoamérica por dos grandes motivos: el 90 por ciento de ellas repagan los créditos frente al 60 por ciento de los hombres, y porque son el corazón de la economía regional”, explica De León. Ese furor emprendedor de ellas se ha materializado, principalmente, en los sectores de “la ganadería, agricultura, la compra y venta de productos y los servicios. Aunque en los últimos meses hemos visto una evolución del tejido empresarial generado por los beneficios de los créditos, y esto ha aportado una mayor variedad de negocios en la región”. En concreto, se suman a la región otros proyectos de cibercafé, librerías, gimnasios y hasta una agencia de turismo para sacar un mayor rendimiento de los visitantes extranjeros.

Convencido del potencial de MiCrowd, De León está realizando proyectos piloto en otras regiones humildes de Perú, Ecuador y Guatemala, así como en Kenia y Ghana. “En esta primera etapa estamos siendo más reactivos que proactivos, ya que el objetivo es que busquen nuestra ayuda aquellas personas con ganas de emprender y tener un proyecto a largo plazo”, explica. Sin embargo, ya han llegado a acuerdos con dos ONGs para llegar a más mercados latinoamericanos. En este sentido, trabajarán junto a una institución dedicada a la formación de jóvenes en Guatemala y otra que beca a niños en Perú.

Con el objetivo de superar los 8.000 préstamos, que equivaldrían a más de cinco millones de dólares durante 2018, MiCrowd se mantendrá firme en ofrecer un mismo servicio a todas las mujeres, “ya que consideramos que ajustar los créditos a cada proyecto sólo podría interpretarse como un caso de discriminación o desigualdad”. Para lograrlo, tendrán que mantener el nivel competitivo que tienen en Nicaragua, con una tasa de interés que “se mantendrá para el resto de la región en un 25 por ciento, ya que equivale a la mitad del implementado por el sector bancario de los países donde estamos con el proyecto piloto”, puntualiza.

Los planes de expansión, no obstante, buscan un proceso natural. “Me gustaría que, en los próximos 10 años, MiCrowd estuviera presente en unos 10 países. Eso sí, siempre dando soluciones para ayudar al emprendimiento y empoderamiento de la mujer”, sentencia su fundador.

MiCrowd ha otorgado más de 1.500 préstamos, lo que supone una inversión superior al millón de euros en Nicaragua.
MiCrowd ha otorgado más de 1.500 préstamos, lo que supone una inversión superior al millón de euros en Nicaragua.