Javier O’ Connor, socio fundador del restaurante, afirma que el restaurante produce unos 3.000 bocadillos al mes, siendo un porcentaje de los ingresos donados a una fundación benéfica.
Desde hace tres meses, Cuba tiene una nueva delegación gastronómica en Madrid. El potente sabor de la ropa vieja es el ingrediente estrella en Habana Vieja 58, un restaurante que ha nacido para dar un reenfoque a la comida más tradicional de la isla, así como al reconocido bocata español. Su socio fundador, Javier O’ Connor, explica a IberoEconomía que el secreto de la fusión está en las manos del reconocido chef cubano José Raimundo ‘Mundy‘ Ynglada, quien cuenta con 25 años en el país europeo y es el dueño de Arahy Restaurante.
Habana Vieja 58, diseñado para ofrecer un servicio Take Away, afirma que está en un punto medio entre ser un espacio de gastronomía totalmente tradicional de Cuba y un establecimiento de comida rápida. «La ropa vieja es nuestro ingrediente principal. Está presente en los 14 bocadillos que hay en la carta. Se ha trabajado con una combinación de sabores que buscan rememorar las sensaciones de Cuba y que sirva para trasladarse a través del paladar hasta la isla«, apunta O’ Connor.
A pesar de su joven presencia en el mercado gastronómico de Madrid, el socio fundador de Habana Vieja 58 afirma que «hemos percibido una buena aceptación por los consumidores. Al mes podemos vender una media de unos 3.000 bocatas, lo que representaría una producción de 100 al día«. El emprendedor, de tan solo 29 años, afirma que una de las claves para el rápido crecimiento ha sido la alianza con firmas como Glovo o Piccadeli y el estar en una zona de paso, «pero también la calidad de un producto que cuenta con una total elaboración propia, incluidas las salsas que están pensadas para cada uno de los bocadillos», matiza.
El emprendedor indica que, desde la inauguración del primer establecimiento, Habana Vieja 58 dona 0,50 euros por cada bocadillo vendido a la fundación Q-Dini, organizada por los padres de la niña Claudia Mora-Presedo y cuyos fondos irán destinados, a través de la Fundación HM, al área de Oncología del Montepríncipe.
‘Cubanizar’ Madrid
El proyecto de Habana Vieja 58, que inició con una inversión de 100.000 euros, tendrá una rápida expansión por el mercado madrileño. Tan sólo en el primer año, O’ Connor estima que aumenten en 5 o 6 el número de restaurantes dentro de la capital española. «Se trata de un ambicioso plan, donde se prevé que contemos con entre 30 y 40 locales en toda España en el plazo de cinco años», adelanta a este diario. En este sentido, tras abarcar el mercado de la ciudad se empezarán a por otras ciudades estratégicas, como, por ejemplo, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao.
Aunque puede parecer un plan demasiado ambicioso, el socio fundador confía en la viabilidad del proyecto. «Son muchos los cubanos que han probado el producto y se han quedado muy satisfechos con el resultado, así como también ocurre con personas que, a pesar de ser de otras nacionalidades, están familiarizados con la comida del país latinoamericano», alega. Sin embargo, lejos de dormirse en los laureles, el emprendedor de origen español ya está trabajando en la implementación de nuevos productos en la carta.
«En los próximos restaurantes que iremos abriendo, y que tengan salida de humo, podremos contar con una carta más Premium, donde incorporemos otros productos a los bocatas, como puede ser un huevo frito», afirma. En la misma línea, reconoce que llegarán nuevos zumos de guayaba, mago y maracuyá, así como café para el desayuno.
Dando paso para las próximas aperturas, O’ Connor mima con cuidado su primer local situado en el barrio de Chueca. El mismo que cuenta con una plantilla de tres personas, elabora bocadillos al ritmo de un minuto por pan y al que le gustaría recibir al reconocido actor Andy García.