Elon Musk desveló una de las claves de su éxito profesional.
En 2008 sorprendió a más de uno al asegurar que para poder “cambiar al mundo” es necesario trabajar más de 80 horas a la semana, es decir un poco más de tres días completos, e incluso si se pudiese dedicar un poco más de tiempo al trabajo sería aún mejor.
“Nadie ha cambiado el mundo con 40 horas a la semana (…) Varía por persona, pero alrededor de 80 se mantienen, alcanzando un máximo por encima de 100 en ocasiones. El nivel de dolor aumenta exponencialmente por encima de 80″, explicó el CEO de Tesla, SpaceX, The Boring Company y Neuralink, en una publicación de Twitter.
En su caso personal, Musk declaró en una entrevista con Recode que en total trabaja un promedio de 120 horas a la semana, que traducido en días, serían cinco completos; mientras que el resto de su equipo se mantiene en unas 100 horas semanales.
¿Cómo lo hace?
Por supuesto, desde que el genio tecnológico reveló esta cifra, las personas que la conocen seguro se preguntan lo mismo: ¿cómo lo hace? La mayoría de países en el mundo, especialmente los latinoamericanos, tienen como jornada laboral mínima un tiempo de 48 horas a la semana. Esto es 8 horas diarias durante cinco días, casi siempre de lunes a viernes.
Sin embargo, si muchos empleados se sienten agotados física y mentalmente al final de cada día, y aún más los viernes cuando finaliza su semana laboral, ¿cómo puede hacer Musk para trabajar, de forma relativa, esos mismos cinco días sin descanso alguno? Pues la psicología tiene la respuesta: se divierte.
Psicológicamente, las personas que se divierten en su trabajo suelen ver el mundo desde una perspectiva diferente. Todos los seres humanos viven, comen, duermen y se entretienen en un lapso de 24 horas. Ni más ni menos. Sin embargo, no todos experimentan el tiempo de la misma forma. No es un secreto que cuando una persona realiza una actividad que le genera mucho placer o satisfacción esta siente que el tiempo pasa más rápido en comparación con actividades que le causan estrés, pereza o desánimo.
No es lo mismo pasar una hora en un parque de diversiones que en la sala de espera de un hospital. Aunque transcurran los mismos 60 minutos en ambos casos, en el primero el tiempo será relativamente más rápido porque se evita hacer lo que regularmente se hace en el segundo caso: ver el reloj.
Por supuesto, esto hace parte de la magnitud que encierra la teoría de la relatividad de Albert Einstein: mientras que el tiempo transcurre igual para dos sujetos diferentes, la percepción de cada uno de ellos sobre esta constante variará en cuestión de la forma en que vivan dicho tiempo. Por esto, una persona como Musk que se divierte en medio de su trabajo sentirá que el tiempo pasa mucho más rápido lo que lo hará sentirse menos agotado o aburrido en relación con la actividad que realiza.
Otro ejemplo es John Mackey, fundador y dueño de Whole Foods, un imperio avaluado en más de 14 mil millones de dólares, quien aun con 68 años trabaja más de 80 horas a la semana, asegurando que su oficio “no es un trabajo, es un juego”.
En ese sentido se puede decir también que para quienes se divierten mientras trabajan, el paso del tiempo no se traduce en cansancio para su cuerpo, sino por el contrario en energía. Quienes se divierten jugando un videojuego reconocen que el nivel de entretenimiento que ofrece esta tecnología es superior al sueño que pueden sentir por pasar largas horas frente a un televisor.
Así, según Musk y la ciencia, la diversión hace que el tiempo no sea considerado como un determinante del trabajo, pues cuando las cosas se hacen con diversión lo más importante es conservar dicha actividad, no considerar el tiempo que se “gasta” en esta.