Estabilidad económica. Las economías latinoamericanas han sido puestas a prueba en los últimos años, demostrando la solidez de algunas y poniendo en evidencia algunas de las deficiencias de otras. Con el fin de la bonanza financiera de la que disfrutaron los países emergentes, el período comprendido entre 2010 y 2015 ha sido clave para dar a conocer la situación real de los mercados y su capacidad de reacción ante un ‘grifo’ de ingresos que se ha cerrado. Una tarea en la que han destacado países como Colombia y en las que han padecido otras como Brasil.
Los datos del Banco Mundial revelan que, entre 2010 y 2015, Colombia ha logrado un equilibrio en su Producto Interior Bruto (PIB). Durante el primer año tuvo una tasa del 3,9 por ciento, cifra que ascendió hasta el 6,5 por ciento en 2011 y se ajustó en el cuatro por ciento durante los años próximos, volviendo al 3,08 por ciento registrado en 2015. Sin embargo, no ha sido el único.
Además del caso de Colombia, otra de las economías que han logrado esquivar la caída del PIB han sido Bolivia, no solo manteniendo el 4,1 por ciento registrado en 2010, sino subiéndole hasta el cinco y seis por ciento durante los años posteriores, aunque en el 2015 haya vuelto a un nivel del 4,8 por ciento. Una tendencia similar a la registrada en Panamá, que pasó de un PIB del 5,7 por ciento en 2010 al 11,8 por ciento un año después y manteniendo el timón hasta llegar a 2015 con un promedio del 5,7 por ciento. En este sentido, se ha demostrado una capacidad de estabilidad productiva, frente a otros mercados que se han desplomado.
Uno de los ejemplos más claros ha sido Brasil. La nación carioca ha pasado de tener un PIB del 7,5 por ciento en 2010 (el cuarto más alto de la región) a uno de -3,76 cinco años después. Unos resultados que le posicionan entre los países con las caídas más altas de la región, junto a Venezuela. Una contracción a la que no ha sido inmune la economía de Argentina, pasando de un envidiable 10,12 por ciento de PIB en 2010 a otro de 2,64 en 2015, sin olvidar que estuvo en negativo durante 2012 (-1,02 por ciento) y 2014 (-2,51 por ciento).
Tendencia general
En términos generales, el Banco Mundial estima una importante desaceleración de la producción de Latinoamérica y el Caribe. Para 2015, la institución ha calculado que el PIB ha registrado un promedio del -0,18 por ciento, que se contrarresta con el 5,77 por ciento que había alcanzado la región en 2010. Unos resultados en los que también influyen los resultados de Puerto Rico, que ha mantenido un PIB en negativo durante cuatro años consecutivos.
No se puede pasar por alto que, en un período de cinco años, algunos países cuentan con dos contracciones interanuales de su PIB. Así como ocurrió en Argentina en 2012 y 2014, también se ha registrado en Venezuela en 2010 (-1,4 por ciento) y 2014 (-3,9 por ciento). En este punto es importante destacar que el Banco Central de Venezuela no ha dado cifras oficiales de la evolución financiera del país, por lo que se presume que la tendencia negativa se ha repetido en 2015 y 2016, siendo los peores resultados de toda la región.