La despoblación representa un gran desafío para la política española, en tal sentido y desde el punto de vista institucional, el gobierno español ha creado un Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y además, ha conformado una denominada Comisión Delegada para el Reto Demográfico, que persigue impulsar distintas acciones para luchar contra la despoblación, y también busca diseñar y aprobar una Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico.
Una revisión al contenido del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, presentado por el Gobierno de España el pasado 7 de octubre 2020 y cuyo contenido respaldará la ejecución de 72.000 millones de euros del Fondo de Recuperación Europeo, permite identificar en su contenidoel compromiso institucional y político para luchar contra la despoblación.
La lucha contra la despoblación, representa un reto demográfico muy importante que requiereurgentes medidas para frenar su avance; en ese sentido, el Plan a que hacemos referencia, propone 10 políticas palancas orientas a promover una reforma estructural para el crecimiento sostenible e inclusivo en España; precisamente, en la primera de esas diez políticas palancas se presenta el compromiso de luchar contra la despoblación, que se identifica con la siguiente denominación: Agenda Urbana y Rural, lucha contra la despoblación y desarrollo de la agricultura.
Una lectura al contenido de esa primera política palanca, permite destacar los siguiente:
- El Plan identifica a la ciudad como un elemento clave en esa lucha contra la despoblación y en tal sentido, advierte que para que las ciudades se preparen para enfrentar los desafíos presentes de manera efectiva, es necesario generar “entornos urbanos más accesibles e inclusivos, respirables y sostenibles, inteligentes y dinámicos, y una mejora de la competitividad para el sector servicios, en todo el territorio e independientemente del tamaño del núcleo de población”.
- Por otro lado, se plantea la necesidad de enfrentar la despoblación a través de medidas específicas que faciliten el desarrollo de nuevos proyectos profesionales, el acceso en igualdad de condiciones a servicios públicos, la fijación de población y la atracción de talento, así como un uso sostenible de nuestros recursos.
- Por último, el Plan reconoce que el sector agroalimentario tiene un rol estratégico no sólo para enfrentar la crisis producto del coronavirus, sino también para frenar la despoblación.
Es importante destacar que en la distribución de los recursos presupuestados en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, la política palanca que recoge la lucha contra la despoblación, tiene asignado un 16% de esos recursos, que es superado por otras tres políticas palancas, a saber:
1.- Un 17,6% que corresponde a la política palanca numero 7 que aborda la educación y conocimiento, formación continua y desarrollo de capacidades.
2.- Un 17,1% que se destinará a la política palanca número 5 que hace referencia a la digitalización del tejido industrial y de la pyme, recuperación del turismo e impulso a una España nación emprendedora.
3.- Por último, un 16,5% que corresponde al pacto por la ciencia, la innovación. Refuerzo de las capacidades del SNS, que corresponde a la política palanca número 6. Esa distribución de los recursos presupuestados advierte que en el Plan se ha priorizado la Educación, la formación, la digitalización de la industria, el Turismo y las ciencias.
La lucha contra la despoblación está presente en dos de las cuatro líneas directrices que plantea el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ellas son: España digital y España Cohesionada e inclusiva. Las otras dos líneas directrices son: España verde y España sin brecha de género.
En la España digital, particularmente en el tema que nos ocupa, se plantea la conectividad generalizada en todo el territorio a los fines de revitalizar las zonas más afectadas por la despoblación.
Por su parte, en la España Cohesionada e Inclusiva, expresamente se propone que el reto demográfico sea enfrentado “con políticas que superen los roles de género y que fomenten la corresponsabilidad y la economía de los cuidados, inmigración legal, activación del empleo y emprendimiento, particularmente de las mujeres, en el medio rural” y en esta materia, se destaca la necesidad de una España que aborde aquella legislación que precarice de manera más acusada a jóvenes y a mujeres, retrasando su emancipación social y económica y lastrando la natalidad.
Por último, es importante destacar que cuando el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia plantea sus objetivos, identifica en la cultura, en la creación y competitividad de las empresas, en la promoción de la calidad de los servicios en los municipios rurales en riesgo demográfico y en la protección de los más vulnerables, las políticas adecuadas para enfrentar la despoblación en España.
A finales de febrero 2020 la Comisión Delegada para el reto demográfico, realizó su primera reunión, y según información pública, en ella se plantearon una serie de iniciativas orientadas a enfrentar la despoblación, a saber: facilitar la relación de los ciudadanos con las administraciones, simplificar trámites para facilitar el emprendimiento y la actividad económica en las zonas afectadas por la despoblación o promocionar proyectos de innovación desde la colaboración público-privada 2 .
Todo esto nos dice que España tiene una hoja de ruta para enfrentar la despoblación, y ello aporta elementos objetivos claves para valorar el avance y el compromiso efectivo del gobierno en esta materia.
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