El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, expuesto por el Presidente Pedro Sánchez establece una inversión de 72.000 millones de euros entre 2021 y 2023 y promete crear hasta 880.000 puestos de trabajo.
Así se desprende del Informe de situación de la economía española del Gobierno y que acompaña al acuerdo del Consejo de Ministros para establecer el límite de gasto no financiero del Presupuesto del Estado para 2021, conocido como ‘techo de gasto’, que aumenta un 53,7%, hasta los 196.097 millones de euros, incluyendo transferencias extraordinarias a las CCAA (13.486 millones) y Seguridad Social (18.396 millones) y parte de los fondos europeos (27.436 millones).
El nuevo cuadro macroeconómico del Gobierno prevé una caída del PIB del 11,2% este año, con una tasa de paro del 17,1%, y contempla un crecimiento del 7,2% en 2021, que podría alcanzar el 9,8% teniendo en cuenta los fondos europeos, junto a una tasa de desempleo del 16.9%. El déficit público escalará al 11,3% del PIB este año y la tasa de referencia de déficit es del 7,7% en 2021, con una estimación de que la deuda pública escale al 118,% del PIB este año.
El Ejecutivo detalla que el conjunto de planes y reformas instrumentados tiene una orientación «eminentemente transformadora del tejido productivo y social», con vocación de largo plazo, llevando el crecimiento potencial del PIB por encima del 2%.
El impacto a largo plazo para el año 2030 del plan puede llegar a suponer un incremento en el PIB potencial de la economía de entre 4 y 5 décimas, lo que permitiría situarlo por encima del 2%, según las previsiones del Gobierno. Los planes digitales supondrán el 50% de la mejoría.
Adicionalmente, estima que supondrá un impacto a corto plazo como impulso de demanda a través de la inyección de fondos públicos, que permitirán recuperar la senda de crecimiento pre-Covid a finales de 2023.
En paralelo a la absorción de los fondos, el Plan supondrá un «importante impulso para la economía», asegura el Ejecutivo, ya que calcula que las medidas simuladas permitirán una recuperación más rápida de los niveles de PIB precrisis en los inicios de 2022.
Las previsiones contemplan que el PIB se sitúe 6 puntos porcentuales por encima del nivel que se hubiera alcanzado en 2023 sin el Plan. El multiplicador para el año 2021 se sitúa en 1,2, aunque es muy heterogéneo entre los distintos planes, destacando especialmente los digitales y la inversión en I+D, con multiplicadores en el entorno de 2.
En términos agregados, el empleo generado por el plan podría alcanzar los 880.000 puestos de trabajo al cabo de los tres años, lo que equivaldría a unos 15 empleos por cada millón de euros invertido.
Esta estimación es superior a los 800.000 empleos que auguró el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado miércoles durante la presentación del plan, si bien la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, ya dijo que la estimación era «prudente».
GRAN PARTE DE LA POBLACIÓN VACUNADA EN LA SEGUNDA MITAD DE 2021
De igual forma, el informe señala que las expectativas sobre la producción de una vacuna eficaz han ido mejorando de forma «exponencial» en los últimos meses, con más de 300 proyectos en marcha en todo el mundo y entre ellos 9 en fase 3, previa a la producción masiva, y añade que la Organización Mundial de la Salud (OMS) espera que la vacunación generalizada pudiera comenzar a partir de 2021.
Por ello, el Gobierno sostiene que si no se retrasa más allá de esa fecha, «gran parte de la población podría estar vacunada a lo largo del segundo semestre de 2021, permitiendo una vuelta a la normalidad».
Por el contrario, avisa de que si hubiera dificultades no previstas en el desarrollo de vacunas eficaces, el período de convivencia con el virus «deberá prolongarse, manteniéndose ciertas restricciones, aunque localizadas y esporádicas, que limitarían los niveles de utilización de la capacidad productiva, particularmente en algunos sectores de especial relevancia para España, como el turístico, la hostelería o el comercio».
RIESGOS: ESPECIALIZACIÓN PRODUCTIVA, DUALIDAD LABORAL Y BREXIT
En el informe también se avisa de que la especialización productiva de la economía y la dualidad del mercado de trabajo español pueden suponer un «riesgo adicional» en caso de prolongarse el ‘shock’ sanitario más allá de lo previsto inicialmente, que derivaría en problemas de solvencia empresarial y de histéresis.
No obstante, asegura que estos riesgos están siendo atajados con las medidas adoptadas durante los últimos meses en el marco del plan de choque y del plan de recuperación y se abordarán en los próximos trimestres con las medidas estructurales y las inversiones incluidas en el Plan de Recuperación y Resiliencia.
Por último, también alude como riesgo a la posibilidad de un Brexit sin acuerdo, lo que «podría empeorar las perspectivas de crecimiento de la economía española para los próximos años», al ser un «importante socio económico».
Aunque desde un punto de vista comercial la exposición de España es algo inferior a la media de la eurozona, constituyendo algo más del 3% del PIB, el Reino Unido se sitúa actualmente como el quinto destino de las exportaciones españolas y el principal emisor de turistas a España.
A nivel financiero, la exposición de España al país británico es algo inferior a la media de la zona euro, si bien es también «muy significativa». Los activos y pasivos exteriores españoles frente a Reino Unido ascendieron en 2019 al 16,5% y 17,2% del PIB, respectivamente.