La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) aprecia una evolución «menos mala» de la economía española
El deterioro de la economía española como consecuencia del impacto de la pandemia y de las medidas de contención implementadas está llegando a su final como preludio de una recuperación gradual en los próximos meses, según constata el índice compuesto de indicadores líderes (CLI) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que aprecia una evolución económica menos mala, en línea con el resto de las principales economía de la zona euro.
La última lectura del índice diseñado por la OCDE para anticipar puntos de inflexión en la actividad económica durante los siguientes seis a nueve meses, se situó en el caso de España en 96,84 puntos, frente a los 94,59 del mes anterior, lo que supone la segunda subida mensual consecutiva del dato.
«Podemos confirmar que el CLI de España apunta a un freno en la desaceleración», indicaron fuentes de la OCDE, que el pasado mes de junio señaló a España como la economía más amenazada por el impacto de la pandemia de Covid-19, con una contracción estimada del PIB en 2020 de entre el 11,1% y el 14,4% en función de si se produce o no un rebrote del virus.
De este modo, las perspectivas para la evolución en los próximos meses de la economía española se alinean con las del conjunto de miembros del ‘club de países ricos’, cuyo indicador ha mejorado hasta los 97,13 puntos desde los 95,34 del mes anterior, confirmando las expectativas del inicio de una gradual recuperación tras haber tocado fondo en abril.
Entre las mayores economías de la OCDE, la zona euro ha registrado una mejoría hasta los 97,19 puntos del índice CLI, que se sitúa 2,5 puntos por encima de la lectura de mayo, aunque aún 2,5 puntos por debajo del nivel de un año antes, lo que sugiere una evolución menos mala de la economía, igual que en Estados Unidos, donde el CLI se ha situado en 95,70 puntos, frente a los 94,33 de mayo.
En el caso de Alemania, Francia e Italia, las correspondientes lecturas del indicador compuesto en junio apuntan a una relajación en el ritmo de deterioro de sus respectivas economías, lo que anticipa el inminente inicio de la recuperación.
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