Las claves para comprender la crisis de la educación pública en Brasil

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La Unión Nacional de Estudiantes (UNE) de Brasil convocó protestas a nivel nacional después de los anuncios del Ministerio de Educación

Decenas de miles de personas se manifestaron en todo Brasil para protestar contra la congelación del gasto en educación por parte del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, quien calificó a los manifestantes de «idiotas e imbéciles útiles«.

Multitudes en las calles, universidades públicas paralizadas, docentes con pancartas con duras críticas al Gobierno. La Unión Nacional de Estudiantes (UNE) de Brasil convocó protestas a nivel nacional después de que el Ministerio de Educación anunciara que congelaría casi una cuarta parte de los gastos no obligatorios debido a la precaria situación fiscal del Ejecutivo.

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Bolsonaro busca eliminar el sesgo ideológico de izquierdas que, afirma, existe en el sistema educativo.

Antes de este anuncio, Bolsonaro comunicó que el nuevo ministro de Educación, Abraham Weintraub, estudiaba la posibilidad de suspender la inversión en las facultades de filosofía y sociología. «El objetivo es enfocarse en áreas que generen retorno inmediato al contribuyente como: veterinaria, ingeniería y medicina«, explicó el mandatario.

El presidente del Sindicato Nacional de Docentes de Instituciones de Enseñanza Superior (ANDES) el profesor Antônio Gonçalves, señaló en una entrevista para la agencia ‘Sputnik’, que actualmente las arcas públicas de los tres niveles de Gobierno (municipal, estatal y federal) se encuentran comprometidas, al punto de arrojar un panorama «aterrador».

«La enseñanza media es responsabilidad de los estados. Muchos estados están con problemas fiscales, porque en la década de 1990 tomaron préstamos del Gobierno federal, que trató esas deudas de modo inconstitucional, cobrando intereses sobre intereses. Muchos estados están insolventes desde el punto de vista económico», explicó el profesor.

«La Unión (federal), que financia la mayor parte de la enseñanza superior, está siendo gestionada por un gobierno de extrema derecha que –ignorando los sucesivos cortes en el presupuesto de la educación desde 2014 y que llegan ya al 40% del presupuesto– anunció nuevos cortes que llegan a 30% entonces eso puede inviabilizar el funcionamiento de muchas universidades e institutos federales«, agregó.

A esto le sigue, indicó Gonçalves, otra gran reforma que se plantea el Gobierno de Bolsonaro: la reforma del sistema previsional. Si esta saliese adelante, se prevé alzar la edad de jubilación y establecer un sistema de capitalización individual gestionado por privados (contrariamente al sistema de solidaridad intergeneracional que rige hoy).

En campaña, Bolsonaro se manifestó crítico con el sistema de cuotas raciales, ya que según él atenta contra la igualdad, aún cuando los indicadores oficiales arrojan niveles de pobreza, exclusión y violencia que escalan de manera preocupante entre los afrobrasileños.

Por otra parte, otras de las propuestas más controvertidas de Bolsonaro en la educación fue su apoyo durante la campaña al movimiento ‘Escuela sin partido’. Según sus partidarios, la finalidad es quitar el sesgo ideológico de izquierdas que supuestamente los docentes dan en sus aulas.

Por su parte, sus detractores consideran que es una herramienta de persecución y criminalización de las posturas críticas. Esta iniciativa casi se transforma en ley en 2018, pero finalmente fue archivada.

«Es una política instrumental, de aprender a leer y escribir, pero que no alimente el pensamiento crítico. Porque para que el proyecto del Gobierno se pueda sobreponer, cuenta con la alienación de la clase trabajadora. La alienación de la clase trabajadora pasa por el trabajo y también por la restricción a contenidos de historia, filosofía o sociología, que despiertan la crítica», opinó el sindicalista.

Del mismo modo, hay científicos y profesores que están tomando la decisión de emigrar de Brasil, pues no consiguen financiación para sus trabajos. «No vamos a conseguir mejorar la calidad de vida del pueblo sin una educación pública gratuita, de calidad, laica y socialmente referenciada. Es fundamental que haya financiación«, concluyó Gonçalves.

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