Las nuevas generaciones tienen un control distinto de las finanzas familiares, lo que ha generado un peligro para la estabilidad de la unidad familiar
Si la infidelidad pone en riesgo una relación de pareja, los secretos financieros pueden ser incluso peor. Y es más común de lo que uno podría imaginarse. Tanto, que solo en Estados Unidos una de cada cinco personas reconoce haber escondido una deuda, saldo en tarjetas de crédito o hábitos de compras compulsivas, según un estudio de la consultora estadounidense creditcards.com.
“Es mucha la gente que pone en riesgo la confianza en la pareja y su situación financiera”, le dice a BBC Mundo Ted Rossman, analista a cargo del estudio. Pero además, el “engaño” parece ir en aumento. “Hay una tendencia al aumento de la infidelidad financiera en los últimos años”, apunta.
Especialmente porque los millennials (entre 18 y 37 años), tienden a guardar más secretos que las generaciones anteriores, apunta. Incluso en las aplicaciones de citas como Tinder, hay jóvenes que ponen en su perfil “no tengo deudas”, un indicativo informal de que el tema del dinero entre las parejas no es menor.
Tarjetas de crédito escondidas
También está el caso de personas que ahorran sin decirle a su pareja, en caso de que la relación no funcione. “Es como un fondo de libertad“, explica Rossman. “Eso es un error, porque es asumir que la relación puede fallar”.
Esos fondos escondidos, agrega, “podrían ser utilizados, por ejemplo, para la jubilación o para la universidad de los hijos”. Con todo, la manera más común de engaño financiero es esconder una tarjeta de crédito.
Un tema complicado, considerando que casi dos tercios de quienes usan tarjetas, arrastran deudas de un mes al otro. Esconder tarjetas de crédito es una de las peores infidelidades en términos matemáticos, comenta el analista financiero “Las tasas de interés son tan altas que cuando arrastras deuda, los intereses se acumulan y las cosas pueden terminar en un desastre”, explica Rossman.
¿Y si es solo un poco de dinero?
No son muchas las investigaciones disponibles sobre el tema de la infidelidad financiera y la mayoría está focalizada en la primera economía del mundo.
Un estudio hecho el año pasado por la empresa Harris Poll a requerimiento de The National Endowment for Financial Education (NEFE), una organización sin fines de lucro, señala que el 41% de los adultos estadounidenses reconoce haber incurrido en un engaño financiero con su pareja.
“La infidelidad financiera podría parecer benigna. Quizás alguien esconde un compra, una boleta, o un poco de dinero. Pero la infidelidad puede escalar a un nivel más grave”, escribe Ted Beck, presidente y director ejecutivo de NEFE.
“Esto tiene un impacto en la relación más allá de la magnitud. Provoca discusiones, daña la confianza y en algunos casos lleva a la separación o el divorcio“.
Otro estudio, llamado “Infidelidad Financiera en Relaciones de Parejas”, hecho en la Universidad de Mississippi y publicado en la revista Journal of Financial Therapy en 2018, llegó a la conclusión de que el 27% de los participantes en la investigación ha escondido algún tipo de secreto financiero.
Al fin y al cabo, depende mucho de cómo se defina el engaño y cuándo realmente se cruza la línea.
¿Cuentas bancarias separadas?
Muchas parejas deciden mantener cuentas bancarias separadas. La idea de “mi dinero, tu dinero, nuestro dinero”, puede funcionar, dicen los expertos financieros, si los dos están de acuerdo en esa forma de organizar los ingresos.
Por ejemplo, es posible que una pareja decida dejar un porcentaje del salario para ahorrar en conjunto o que cada uno deje una parte de sus ingresos para usarlos libremente.
Las fórmulas son casi infinitas, pero lo recomendado es discutir el plan con anticipación.
Terapia financiera
Y así como hay infidelidad financiera… también hay terapia financiera. Se trata de un nuevo campo de especialización que reúne dos mundos: terapia psicológica y manejo del dinero.
Muchos de los pacientes son parejas que están en crisis por problemas económicos, personas con tendencia a las compras compulsivas, infieles financieros o simplemente recién casados que quieren planificar su futuro.
“Las peleas por dinero siempre son muy ofensivas. El dinero no es solo un pedazo de papel”, dice Megan McCoy, psicóloga especializada en terapia financiera y profesora de la Universidad de Kansas, en conversación con BBC Mundo.
“El dinero es un símbolo de poder, control, seguridad. Entonces cuando tienes una pelea por dinero, suelen haber otros niveles de conflicto que salen a flote”. “Mientras más claramente hablen las parejas de dinero, las cosas serán más fáciles”.
Sin embargo, las cosas se pueden poner mucho más difíciles, si la infidelidad financiera esconde otros problemas, como adicción al alcohol o a las drogas. “Finalmente, este tipo de infidelidad, siempre es la expresión de un síntoma”, advierte.
Los retos del mundo que viene: una nueva familia, o ¿el fin de la misma?