Los aspirantes a las oposiciones han demostrado su preocupación a pasar meses de estudio en vano y perder su plaza a causa de una filtración

Las filtraciones siguen siendo el gran problema de transparencia en las oposiciones. Los recientes casos en Asturias han encendido las alarmas de cara a un gran número de procesos selectivos para acceder a la Oferta Pública de Empleo (OPE). Sin embargo, hay graves dudas sobre qué hacer en caso de los aspirantes que se presentan y dudan si existe o no una filtración en la evaluación.

Lo idóneo sería que todos, organizadores y participantes de cualquier convocatoria de oposición no estuviesen dispuestos a formar parte, en ninguna medida, de estas filtraciones. Sin embargo, no siempre es una realidad. Por eso, resulta recomendable que se denuncie hasta la menor de las posibles irregularidades.

Ahora bien, la responsabilidad no puede recaer de pleno en los aspirantes. De ahí que las autoridades competentes están ideando fórmulas que impidan o limiten mucho las trampas. Una de las que están cogiendo más peso es la de los “bancos de preguntas”, que son bases de datos de preguntas de una oposición a los que se añade un programa que las selecciona aleatoriamente unas horas antes del examen de la oposición.

Luego, sólo quedaría imprimir esos cuadernillos. No es un mecanismo infalible, pero puede dificultar lo suficiente la posibilidad de filtración de exámenes en la oposición.

Consecuencias de filtrar exámenes

Las filtraciones de las preguntas de una oposición tiene consecuencias legales para quienes participan y para quien aprovecha para copiar en el examen de una oposición. Los aspirantes que se ven implicados en estas situaciones son denunciados en caso de que se descubra la irregularidad.

En esos casos, la fiscalía correspondiente demanda tanto a los que son responsables de esas filtraciones como a cualquiera que se sospeche que hay formado parte del engaño. Los primeros pueden tener que afrontar responsabilidades penales. Para el resto, al menos se abren expedientes disciplinarios, con sus respectivas sanciones si son declarados culpables.

El fantasma de la falta de transparencia sigue atormentando las oposiciones