La optimización de los recursos, en especial en Alimentación, es uno de los grandes retos que se han planteado internacionalmente para lograr el desarrollo sostenible.
La urbanización es la fuerza dominante del siglo XXI. Actualmente más de 55 por ciento de la población mundial vive en las ciudades y para el año 2050 esta cifra llegará al 68 por ciento. En base a esto, para lograr la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, advierte la ONU, el compromiso de los Gobiernos nacionales no es suficiente, ya que es a nivel local donde las personas viven, comen, utilizan los recursos y generan desechos.
«Esto las convierte (a las personas) en actores centrales de la economía global y del desarrollo», asegura la presidenta de la Asamblea General de Naciones Unidas, Maria Fernanda Espinosa, quien recientemente convocó una reunión de alcaldes de varias partes del mundo, para compartir iniciativas y resaltar la importancia de las acciones locales en el futuro de los países y el mundo entero. Para Espinosa, los Gobiernos locales tienen un papel protagonista para alcanzar los compromisos establecidos, por ejemplo, en el Acuerdo de París, ya que impactan significativamente en el cambio climático.
Además, tener a más de la mitad de la población del planeta residiendo en estas áreas urbanas implica también mayor contaminación y degradación medioambiental. «La cantidad de residuos sólidos urbanos excede ampliamente la capacidad de la mayoría de las ciudades para gestionarlos. Esto genera un serio problema de sostenibilidad ambiental«, recalca.
Alimentación
Uno de los factores incluidos en el plan tiene que ver con el Objetivo número 2 de la Agenda 2030: acabar con el hambre y garantizar la seguridad alimentaria, combatir la malnutrición y el desperdicio de alimentos. En este aspecto, en concreto en Iberoamérica, el gran reto no es hacer frente a la escasez de alimentos, pues esta no existe como tal, sino hacer que los mismos sean accesibles para toda la población.
«No es que falten alimentos, producimos muchos, exportamos para todo el mundo. El tema es que la población de bajos ingresos no tiene acceso, especialmente a los alimentos frescos de calidad, y ahí es donde la ciudad puede hacer una gran diferencia, encontrar formas de hacerlos más accesibles a su población es el gran desafío», aseguró el director de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, durante una entrevista con Noticias ONU.
«Tenemos que integrar acciones desde la producción hasta el consumo de alimentos. Las ciudades tienen un papel fundamental en esta transformación tan necesaria de nuestros sistemas alimentarios. Ya no podemos pensar en las áreas rurales y urbanas como una dicotomía, como cosas disociadas. El desarrollo sostenible requiere el fortalecimiento de los vínculos rurales-urbanos basados en un enfoque territorial. Necesitamos promover un continuo rural-urbano», explicó Da Silva.
El Desarrollo Sostenible, epicentro de la Cumbre Iberoamericana 2020