Reforma de las pensiones, peligro para la recuperación de Brasil

Jair Bolsonaro
La reforma pretende cambiar la edad mínima de jubilación entre los 62 y los 65 para los hombres y los 57 y los 60 años para las mujeres.

Jair Bolsonaro asegura que, a pesar de que no le gusta tener que hacer la reforma, es la única forma de evitar que Brasil quiebre entre 2022 y 2023.

La no aprobación de la reforma de las pensiones en Brasil, una de las más importantes en el país, podría poner en riesgo «la recuperación gradual de la economía brasileña», según indica un estudio de ‘BBVA Research’.

Moody’s no cree que la reforma de las pensiones se produzca antes del tercer trimestre del año.

La estimación de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil para 2019 es de un 2,2 por ciento, frente al 1,2 por ciento de 2018. Estas cifras prevén un restablecimiento de la economía, pero «persisten las dudas sobre la capacidad para implementar reformas importantes, incluida la de seguridad social».

El Gobierno, encabezado por el presidente Jair Bolsonaro, es consciente de la importancia de reformar las pensiones, por lo que anunció que hablará con los líderes del Congreso y su equipo económico con el objetivo de intentar llegar a un consenso que acelere el proceso lo máximo posible.

«No me gustaría tener que hacer la reforma de las pensiones, pero estoy obligado a hacerlo. De lo contrario, el país podría quebrar en 2022 o 2023″, afirmó Bolsonaro en una entrevista con la televisión ‘Record’.

Uno de los aspectos más conflictivos para implantar esta reforma es la edad mínima de jubilación, que se propone establecer entre los 62 y los 65 para los hombres y los 57 y los 60 años para las mujeres.

La media apunta a que los hombres se retiran con 56 años y las mujeres con 53, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Asimismo, la pensión que reciben ronda un promedio del 70 por ciento del salario previo, lo que dificulta la aceleración de la economía brasileña.

Para la agencia de calificación Moody’s, las posibilidades de que la reforma de las pensiones se apruebe antes del tercer trimestre de este año son prácticamente inexistentes.