Pedro Sánchez asegura que seguirá en conversaciones con el Gobierno de Nicolás Maduro, aunque rechaza las críticas generadas por su acercamiento al chavismo.
El presidente de España Pedro Sánchez descarta momentáneamente la implementación de la Protección Temporal para los venezolanos, pero abre otra ventana migratoria. El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha anunciado que el presidente del Gobierno ha pedido a Exteriores y a Interior un aumento de los visados por razones humanitarias para los venezolanos que huyen de su país.
Aunque ha dejado claro que España no puede acoger a todos los que se marchan, la solicitud de Protección Temporal beneficiaría a quienes están en territorio español. Así como lo ha venido solicitando la ONG ‘Un Salvavidas para Venezuela’, que incluso ha logrado que la petición llegue al Congreso de los Diputados en forma de Proposición No de Ley (PNL).
Por otro lado, ha rechazado las críticas que ha recibido por reunirse con su homólogo venezolano y ha remarcado que el Ejecutivo va a «seguir hablando con el régimen de Venezuela» porque la diplomacia es precisamente para tratar problemas.
«A que me llamen traidor ya me voy acostumbrando», ha dicho durante su participación en un desayuno informativo del Foro España Internacional. El ministro se ha preguntado por qué le critican cuándo se reúne con su colega venezolano y no cuando lo hace «con una monarquía del Golfo» o con China.
«Uno habla con quien tiene desacuerdos, con quien hay acuerdos no hace falta hablar«, ha argumentado el ministro, añadiendo que «por supuesto» que el Gobierno seguirá hablando «con el régimen de Venezuela» para buscar soluciones con una «oposición fuertemente dividida» y «un Gobierno fuertemente anclado en sus posiciones.
«Si queremos jugar un papel no podemos decir que no hablamos con uno de los actores, otra cosa es lo que les digamos, pero la exigencia de no diálogo no me parece una contribución positiva», ha dicho. Por otro lado, ha dejado claro que el Gobierno de España no se ha desmarcado de la posición europea de no reconocimiento de las elecciones de mayo.
Borrell se desmarcó de las palabras del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, que había opinado que el éxodo de más de dos millones de venezolanos está relacionado con las sanciones de Estados Unidos y otros países. El ministro dijo que la tarea de mediación de Zapatero en el país es «a título estrictamente personal», y también sus declaraciones, y que la posición del gobierno español no la representa ni él ni el expresidente Felipe González, alineado en cambio con la oposición.