Tess Holliday nace en Laurel, Mississippi, Estados Unidos. Su infancia estuvo marcada por la violencia doméstica que el novio de su madre ejercía. A la edad de 10 años, junto a su madre, regresan a vivir en una casa rodante cerca de los abuelos maternos, escapando de ese infierno doméstico. Desafortunadamente, la violencia no quedó a sus espalda, ya que en al poco tiempo comenzó a ser víctima de bulling en su escuela, a causa de su sobrepeso y piel pálida. Como si fuese poco, fue víctima de violencia verbal y psicológica por parte de su padre biológico, siempre por causa de su obesidad. Por el contrario, su madre, quien sufre de una enfermedad que la mantiene paralizada, la entusiasma a convertirse en modelo.
A la edad de 15 años, participa en el casting de modelos de tallas grandes en la ciudad de Georgia, Atlanta, en donde recibe el siguiente veredicto: “ni con suerte llegarás a ser modelo, eres demasiado baja y demasiado gorda”. Posteriormente, consigue trabajo en Seattle como maquilladora, peluquera y directora de modas en el cual se mantiene durante dos años. Tras el nacimiento de su hijo, Tess comienza su carrera de modelo en agosto de 2007, hecho que le ayuda a mejorar su autoestima.
Holliday trabajó como modelo y recepcionista de un odontólogo en Los Ángeles. A partir del 2011, su carrera artística comienza a despegar, al ser seleccionada por el canal A&E para ser el rostro en el documental televisivo “heavy” (pesados). A partir de ese momento, su rostro comenzó a aparecer en vallas publicitarias en todos los Estados Unidos y su fama, actualmente, traspasa las fronteras de su país, pues ha trabajado con, por ejemplo, Vogue Italia o en el Reino Unido.
En los blogs de su país viene denominada como “fatshion”, algo así como “gordashion”, pues se ha convertido en la primera modelo famosa de tallas grandes. Ella misma se define como una activista en pro del cuerpo, en defensa de otros cánones de belleza. Su lucha es a través de las redes sociales, donde es muy activa, especialmente utilizando su propia imagen como modelo de una nueva belleza y colocando a todas las mujeres el hasgtag #effyourbeautystandards, algo como #aldiabloconlosestándaresdebelleza. Y es que esta modelo norteamericana, que mide 1,65 centímetros, pesa 120 kilogramos y tiene un índice de masa corporal es de 42 kg/mt2, tiene lo que médicamente se cataloga como obesidad mórbida o severa.
Como siempre, la polémica se enciende y se divide en dos grandes grupos: los que apoyan a la hermosa modelo por su valentía y no haberse dado por vencida ―así como por haber sobrevivido a la violencia en su juventud e infancia y por dar esperanza a tantas mujeres quienes sus medidas no se adaptan a los tradicionales patrones de belleza―; y aquellos otros que la ataca y sabotean su trabajo, alegando está fomentando y apoyando la obesidad. Asimismo, otros la acusan de sufrir de megarexia (la anorexia de las obesas).
A pesar de la controversia, de algo sí estamos seguros: Tess desea motivar a todas las mujeres a amar sus cuerpos tal como son. A mi parecer, no creo el objetivo de la modelo sea el de incentivar la obesidad en las mujeres, sino que demostrar que, con perseverancia y constancia, se pueden alcanzar los sueños. La belleza no está en una medida corporal, sino en la verdadera salud física y mental.
Rosisella Puglisi – @Rosisellap