La Policía Nacional ha puesto en libertad a 24 mujeres que eran víctimas de trata y eran explotadas sexualmente en pisos de citas. Las autoridades han detenido a ocho personas pertenecientes a una banda criminal y han realizado seis registros domiciliarios en Mallorca, en las localidades de Inca, Alcudia y Muro.
La Dirección General de la Policía ha expuesto que las víctimas, procedentes en su mayoría de Latinoamérica, eran forzadas a ejercer la prostitución 24 horas al día, seis días a la semana y vivían en condiciones precarias.
Una denuncia por parte de una de las víctimas destapó la red de trata
La investigación empezó tras la denuncia de una de las mujeres, lo que permitió a la policía descubrir la existencia de una organización criminal de origen brasileño dedicada a la explotación sexual de mujeres en situación vulnerable, en apartamentos de citas en Mallorca.
La banda criminal atraía a mujeres, residentes en España o en sus países de origen y en situación de necesidad, mediante anuncios publicados en internet. Los proxenetas operaban en cuatro pisos situados en las ciudades de Inca, Muro y Alcudia. En ellas, las víctimas eran obligadas a prostituirse 24 horas al día, seis días a la semana y solo se quedaban con el 50% del dinero obtenido.
También eran forzadas a firmar un supuesto contrato de subarrendamiento de una habitación por 250 euros semanales, pero en realidad, alquilaban una cama en un cuarto pequeño en condiciones insalubres y «hacinadas» con otras víctimas.
El entramado ofrecía los servicios sexuales en varias páginas web de contactos y los propios explotadores eran quienes atendían las llamadas de los clientes. Las mujeres, además, estaban obligadas a realizar «servicios a domicilio» yendo a las casas de los clientes o a hoteles, si estos así lo requerían.
Los agentes han averiguado que la banda criminal también se dedicaba a vender a sus clientes sustancias estupefacientes, concretamente cocaína. En los registros han encontrado 35.800 euros en efectivo, ocho gramos de cocaína, cuatro gramos de cocaína rosa, cinco teléfonos móviles, dos vehículos y numerosos documentos relacionados con la actividad ilegal.
La Policía Nacional en esta investigación ha contado con la ayuda de las ONG, Operation Underground Railroad-Operación ferrocarril subterránea- (OUR) y Amar Dragoste.