Es la segunda vez de manera consecutiva que la Fed decide mantener las tasas sin cambios. Después de las once subidas desde el pasado marzo de 2022, los tipos de interés alcanzan su nivel más alto desde 2001, hace 22 años. Pese a ello, la economía estadounidense ha mostrado resistencia. La decisión de la Fed llega después de que la semana pasada se conociera que la mayor economía del mundo creció más de lo esperado durante el tercer trimestre, cuando registró una expansión del 1,2% respecto del segundo trimestre, cuando el PIB había crecido un 0,5%.
Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal, ha decidido también en esta reunión mantener las mismas tasas, aunque no ha descartado que haya subidas en el futuro. Fue el mes pasado cuando Michelle Bowman, gobernadora de la Fed, dijo: «La inflación se mantiene muy por encima del objetivo (del Comité) del 2%. El gasto interno ha continuado a buen ritmo y el mercado laboral se mantiene tenso. Esto sugiere que las tasas de interés podrían tener que subir más y mantenerse restrictivas durante algún tiempo para devolver la inflación al objetivo del FOMC (Comité Federal de Mercado Abierto)».
Con el mantenimiento actual, los tipos de interés se situán en el rango objetivo de entre el 5,25% y el 5,5%, en máximos desde enero de 2001. «El Comité busca alcanzar el máximo empleo y una inflación a una tasa del 2% en el largo plazo. En apoyo de estos objetivos, el Comité decidió mantener el rango objetivo para la tasa de fondos federales entre 5,25% y el 5,50%», ha anunciado el banco central estadounidense.
Los datos en EEUU
La decisión de la Fed llega después de que la semana pasada se conociera que la mayor economía del mundo creció más de lo esperado durante el tercer trimestre, cuando registró una expansión del 1,2% respecto del segundo trimestre, cuando el PIB había crecido un 0,5%. De su lado, la tasa de inflación interanual se situó en septiembre en el 3,7%, repitiendo la subida de agosto, mientras que la tasa subyacente, que excluye el impacto de la volatilidad de los precios de los alimentos y de la energía, alcanzó el 4,1%, dos décimas menos que en agosto.
Por su parte, el índice de precios de gasto de consumo personal, la estadística preferida por la Fed para monitorizar la inflación, se situó en el 3,4% interanual en septiembre, invariable desde agosto, mientras que el dato subyacente cerró el noveno mes de 2023 con un incremento del 3,7%, una décima menos que el mes anterior. En este sentido, la Fed ha señalado que los indicadores recientes sugieren que la actividad económica «se expandió a un ritmo fuerte en el tercer trimestre», añadiendo que el aumento del empleo se ha moderado desde principios de año, pero sigue siendo fuerte, y la tasa de desempleo se ha mantenido baja. Asimismo, ha reconocido que la inflación «sigue elevada».
Además las solicitudes de prestaciones por desempleo se mantienen en niveles históricamente bajos, los trabajadores siguen obteniendo sólidas ganancias salariales y las ofertas de empleo siguen superando en millones al número de desempleados en busca activa de trabajo. «La inflación ha seguido bajando, a pesar del fuerte crecimiento de los salarios y de la solidez de la economía, lo que apunta a que las empresas han sabido hacer frente a los altos costos, y creo que la inflación seguirá bajando», ha declarado a la CNN Luke Tilley, economista jefe de Wilmington Trust: «La economía está atravesando un aterrizaje suave».