Estados Unidos mandará durante 90 días a 1.500 soldados de refuerzo a la frontera con México para respaldar a los agentes de la Patrulla Fronteriza, ha informado un funcionario estadounidense.
Esos soldados «llenarán brechas en capacidad cruciales, como la detección sobre el terreno y vigilancia, la introducción de datos y el apoyo de almacén» hasta que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) pueda afrontar esas necesidades, indicó el funcionario.
La fuente subrayó que esos soldados no llevarán a cabo tareas de «aplicación de la ley».
El Pentágono enviará esos refuerzos en respuesta a una petición del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), que se encarga de las labores de seguridad en la frontera.
Efectuarán «tareas administrativas» y no «interactuarán con los inmigrantes»
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha precisado en su rueda de prensa diaria que esos efectivos adicionales efectuarán «tareas administrativas» y no «interactuarán con los inmigrantes», lo que permitirá que los agentes fronterizos se centren en sus funciones de aplicación de la ley.
El personal del Departamento de Defensa, según ha agregado, ha apoyado a la CBP «durante casi dos décadas». “No sería necesario si el Congreso hiciera su trabajo“
La portavoz subrayó, no obstante, que el envío de esos 1.500 soldados «no sería necesario si el Congreso hiciera su trabajo» y aprobara con el apoyo de los dos partidos -demócrata y republicano- la reforma migratoria «integral» impulsada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, desde su llegada al poder en 2021.
La decisión de mandar a esos 1.500 soldados se da a conocer justo cuando EE.UU. se prepara para un aumento del flujo migratorio con motivo del levantamiento a partir del 11 de mayo del Título 42, una medida por la que ha llevado a cabo expulsiones en caliente con el pretexto de la pandemia.
Washington había anunciado medidas para reducir el flujo migratorio
La semana pasada, Washington anunció una batería de medidas para reducir ese flujo después del 11 de mayo, como la creación de centros de migrantes en Colombia y Guatemala para gestionar las solicitudes de las personas que desean migrar.
Además, tanto España como Canadá aceptaron recibir a migrantes procedentes de esos centros.
El Título 42 ha permitido más de 2,5 millones de expulsiones de migrantes desde que entró en vigor en 2020 con el pretexto de la pandemia durante el mandato del anterior presidente estadounidense, Donald Trump (2017-2021).
En una audiencia ante un comité del Congreso este mes, el director interino de la CBP, Troy Miller, señaló que se espera que el número de cruces irregulares en la frontera aumente a 10.000 al día una vez se suspenda la normativa.