El autocontrol ayuda a una vida mas feliz y equilibrada, ya que te guía y te lleva al control de los impulsos o reacciones descontroladas en situaciones de tensión y difíciles o con problemas.
Puedes entrenar y aprender el autocontrol; con practica de técnicas y disciplina llegaras a un mayor control de ti mismo, algo mucho más deseado, frente a una reacción impulsiva o de dejarse llevar por las emociones y tener que arrepentirte de ello.
Y es que dominar la gestión emocional es una habilidad que puede practicar para alcanzar una mejor vida y una vida mas feliz y plena, evitando muchos problemas en la convivencia y en la vida social.
Incrementando tu autocontrol, podrás gestionar mucho mejor todo tu mundo emocional, tus reacciones y tus impulsividades o arranques. Con el autocontrol, llegamos a gestionar nuestros comportamientos y sentimientos, y además aprender a expresar las emociones positivas y negativas de modo apropiado.
La buena noticia es que puedes cambiar tu forma de reaccionar ante las cosas en el futuro, empezando por las cosas pequeñas, con un arte que hay que llegar a dominar.
En este artículo te quiero presentar ideas y formas diferentes de “controlarse a sí mismo”, lo que llamamos “autocontrol”; ¡cosas básicas necesarias para el autocontrol, así como algunos consejos y trucos sobre cómo obtener más de él!
Puede que algunas técnicas te funcionen mejor que otras. Es importante que no sólo entiendas por qué controlar “tu propio yo” puede ser difícil a veces, sino también las posibles soluciones alternativas que pueden funcionar si persistes en el tiempo y dedicación.
Para entender mejor este tema, es necesario conocer la definición de autocontrol.
En psicología, el autocontrol es una cognición y una acción orientada a disminuir, eliminar o modificar el comportamiento y conducta, para cumplir con los objetivos personales y las expectativas sociales, retrasando la gratificación, resistiendo las tentaciones y controlando los impulsos.
El autocontrol es una de las habilidades que se necesitan para llevar una vida relativamente equilibrada. Todos hemos tenido alguna ocasión en que nos podemos volver demasiado reactivos o impulsivos y esto interfiere con nuestra paz y equilibrio, además puede ser un foco de conflictos sociales o de convivencia en algunas circunstancias.
Una reacción impulsiva, podemos decir que es lo contrario al autocontrol, pues lejos de controlar, damos rienda suelta y libertad a nuestras respuestas, conductas, acciones y energías, sin ningún tipo de filtro ni control.
También es verdad que, no siempre necesariamente, una respuesta o conducta impulsiva tiene porque ser negativa, pues en ocasiones puede ser incluso un mecanismo de defensa y una salvación o bien un aviso ante una situación de peligro.
El autocontrol es la capacidad de anular una recompensa inmediata en favor de una recompensa posterior (cuanto más retrasada, mejor), incluso cuando esa recompensa futura es incierta.
Con el autocontrol, llegamos a gestionar nuestros comportamientos y sentimientos, y además aprender a expresar las emociones positivas y negativas de modo apropiado.
Si queremos controlar una respuesta impulsiva, en necesario previamente, tener autocontrol sobre nuestras emociones (que es el paso previo), y el truco de esto está nada más y nada más y nada menos, en saber interpretar nuestras emociones. Es decir, el modo en que interpreto mis emociones, va a influir en como reacciono a mis emociones. Así que es muy importante ver como interpretamos nuestras emociones. Y para ello es interesante ver que me digo y cuál es mi diálogo interno ante esas emociones.
Siempre he querido ser buena en el autocontrol. Siempre me ha resultado difícil, pero al final lo he logrado, eso si, con práctica y tesón. Sí que es cierto, por otro lado, que no es tan difícil disfrutar del autocontrol cuando tu recompensa es grande o incluso cuando obtienes muchas recompensas por hacer cosas buenas
¿Pero qué pasa si tus recompensas no son tan grandes? Deberíamos de ser capaces de hacer autocontrol cuando la recompensa no es tan grande. Pero deberíamos aumentar esta habilidad que te ayudará durante toda la vida.
Hay un gran beneficio y aspecto positivo en el uso del autocontrol: puedes llegar a conseguir algo más tarde, pero que sea aún MEJOR, en lugar de conseguir algo que sea que algo inmediato pero mediocre…. Es decir, puede que tengas una mejor recompensa o satisfacción, aunque habrás de esperar algo más.
Con el tiempo, yo misma me he puse como meta y logré mejorar mucho la práctica del autocontrol, y la tolerancia a las recompensas retrasadas o más tardías y no con tanta inmediatez.
Técnicas e Ideas básicas para aumentar el autocontrol:
Lo cierto es que mantener las emociones a raya, controlada y sin estar desbocadas, algunas veces es difícil. Incluso hay que decir que en algunas ocasiones es absolutamente irremediable evitar un estado emocional negativo, ya sea tristeza, enfado o nervios.
Si quieres mejorar este aspecto, aquí te doy algunas ideas y técnicas que te van a ayudar a detener o frenar alguna reacción negativa, inconveniente en algunos casos:
- Respiración, Meditación y Concentración: Aprende a meditar y hazlo de modo asiduo, y también controla tu respiración y aprende a respirar correctamente. Asocia estos dos aspectos a pensamientos positivos, de este modo podemos controlar la impulsividad y rebajar la intensidad de las emociones. Además, las asociarás a un pensar positivo. La meditación es una de las formas más antiguas y efectivas de controlar nuestros pensamientos y emociones. De hecho, la ausencia momentánea de pensamientos clarifica el discernimiento. Después de practicar la meditación diaria durante algún tiempo, se pueden desarrollar habilidades creativas como: concentración, imaginación y amplitud mental y sin duda el autocontrol.
- La autorreflexión puede ayudarnos a preservar el equilibrio mental y emocional en las situaciones más traicioneras, esas en las que no te gusta nada perder los estribos.
- Afirmación: Está muy indicada para la gestión de las emociones. Tienes que rebajar y minimizar el significado negativo de lo que haya provocado la emoción que quieres controlar. Tienes que tener un diálogo interno menos intenso. Es muy útil y puedes aplicarlo muy efectivamente cuando la intensidad de tus emociones es baja, pues es entonces cuando puedes buscar un punto de vista o una perspectiva diferente, ya que cuando la emoción es muy intensa y muy elevada, quizás no logres controlarla. Empieza poco a poco y ve entrenándote con las menos intensas y menos molestas o incómodas.
- Distracción: Debemos de alejar la emoción negativa y para ello hemos de llevar la atención y concentración a pensamientos neutros. Esto puede ayudarte a no perder los nervios o los estribos de repente.
- Controla tus inquietudes: pospón tus inquietudes y preocupaciones para otro momento más indicado.
- Descubre los motivos y causas de tus emociones: esto te ayudará a reconocer tus emociones y saber por qué te ocurren. No luches contra ellas y trata de averiguar el porqué de tus emociones. Saber el origen y el porqué de tus sentimientos te ayudará a controlarte.
- Hay que entender que “la lucha” entre tener una recompensa (permitirte algo bueno) y no tenerla (autocontrol) no dura mucho tiempo. Si practicas esto todos los días, la batalla será al final más fácil. Así que animo y empieza cuanto antes.
Puedes empezar poco a poco, incluso en la cola del supermercado o en el parking. Deberías probar esto: pon un temporizador durante 5 minutos. Registra cuántas veces miras el teléfono (u otros dispositivos de distracción). Cuando el temporizador vuelva a sonar, vuelve a tu plan original. Tu plan puede ser leer algo, o tal vez ir al gimnasio hasta que el temporizador vuelva a sonar. - Esta es otra gran manera de aumentar el autocontrol. Puede que no funcione para todo el mundo, pero hay personas que les me funciona muy bien. Presta atención a tu reacción cuando deseas algo con urgencia. Obsérvate con atención, y mira que emoción es la que aflora. Luego intenta bajar su grado o intensidad.
- Escoge y practica una afición: deporte, escribir, dibujar o pintar. Aunque sólo lo hagas y la practiques durante 10 minutos seguidos.
- Busca a otras personas que te ayude y que sepa lo que te sucede, que sea tu colaborador. Si tienes problemas de autocontrol, cuenta sólo contigo mismo.
Beneficios del control emocional
- Incrementa la concentración
- Incrementa la autoestima
- Incrementa la calma y la serenidad
- Ayuda a la toma de decisiones de un modo más pausado
- Permite controlar el estrés de modo más beneficioso
- Disminuye el desasosiego
- Permite ver con claridad y ser más eficiente.
Conclusión
Recuerda que, si bien el autocontrol es una habilidad importante, es una habilidad más que puede desarrollarse con el tiempo a través de la paciencia y la persistencia. Y sin duda es un aprendizaje; algo que puedes mejorar.
Cuando las cosas salen mal, es fácil decir “debería haber hecho esto de otra manera”
La buena noticia es que puedes cambiar tu forma de reaccionar ante las cosas en el futuro. Sería estupendo que todos pudiéramos mejorar nuestra capacidad de autocontrol, pero como no podemos controlarlo todo, lo mejor que podemos hacer es practicar el autocontrol cada día.
Y tú, ¿te animas a mejorar tu control emocional?