Ucrania y la realidad mundial

Actualmente el mundo vive en vilo, a la espera de un nuevo posible conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, conflicto que ha despertado el interés mundial por las implicaciones que ha demostrado tener a nivel internacional.

Como cualquier realidad, el conflicto tiene varias caras que se complementan y difuminan entre sí, dando ese punto de complejidad que lo hace importante e interesante.

Rusia, con la excusa de sentir su seguridad amenazada por Ucrania, Europa y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), moviliza tropas (muchas) a su frontera con Ucrania y exige garantías de que ésta y otros países limítrofes entre Rusia y miembros de la OTAN, no puedan pertenecer a esta organización nunca. Obviamente estas exigencias por demás sin sentido solo son una excusa para avanzar en sus intenciones, ya que ningún país puede obligar a un tercero a pertenecer o no a una organización internacional determinada.

Las intenciones de Rusia en este conflicto son más o menos las mismas que llevaron a la anexión de Crimea y Sebastopol en 2014, abarcar mayor territorio, acceso a recursos naturales estratégicos como el gas y el petróleo y, por supuesto, el recordatorio al mundo entero de la capacidad rusa de influir en el panorama mundial y su intención de hacer uso de ella.

La situación es tal, que ha producido la movilización de tropas de la OTAN hacia Ucrania y el Mar Negro, así como las amenazas de graves sanciones económicas por parte de EEUU, Canadá, Reino Unido y la Unión Europea; quienes, como aliados trasatlánticos, mantienen estrechas comunicaciones de cooperación y coordinación para hacer frente a la amenaza que supone la creciente presencia militar en la frontera con Ucrania.

De allí la reunión -video conferencia- de seguridad que sostuvo el presidente de Estados Unidos Joe Biden con la presidente de la Comisión Europea Úrsula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo Charles Michel, el presidente de Francia Emmanuel Macron, el canciller alemán Olaf Scholz, el primer ministro italiano Mario Draghi, el secretario general de la OTAN general Jens Stoltenberg, el presidente de Polonia Andrzej Duda y, el primer ministro británico Boris Johnson.

Cabe destacar que en esta reunión no se invitó al presidente de España, Pedro Sánchez, dato que llamó a la atención por ser España un país que cuenta con ejército profesional y curtido en combate y misiones de paz y que va a ser la sede de la reunión de la OTAN en 2022; sin embargo, la explicación es sencilla, el gobierno de España no cuenta con la confianza de los países líderes de occidente, y esto es debido -cosa que está relacionada con la situación de Ucrania-, a la presencia de personas contrarias a los EEUU, a la OTAN y a los principios de libertad que defienden dentro del mismo gobierno de España.

No olvidemos su cercanía con regímenes como el de Venezuela, al que han lavado la cara en muchas oportunidades y que fue puesto en los tapetes por los noticieros al ser mencionado por el país comunista como aliado estratégico y posible centro de operaciones militares en respuesta al acercamiento de la OTAN hacia las fronteras rusas.

Por otro lado, tenemos las crecientes incursiones de aviones de combate chinos a la zona de defensa aérea de Taiwán. China, quien ya se ha anexionado a Hong Kong, pretende continuar su expansión y ve en su vecina Rusia, un aliado contra EEUU. En fin, que la realidad actual no ha dejado de parecerse mucho a la de hace unas décadas -occidente contra oriente, democracia contra comunismo, libertad contra dictadura, progreso y desarrollo contra atraso y estancamiento-; si acaso, la diferencia es que la mayoría de los ciudadanos no hemos vivido las consecuencias de un
enfrentamiento a este nivel, que, en el mejor de los casos afectarán solo al estamento económico, produciendo igualmente, consecuencias indeseables.

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Acerca de Daniel Lema Rincón 90 artículos
Politólogo, Master Seguridad y Defensa y en Adm. Pública. Gabinetes Estratégicos, Seg. Ciudadana y Campañas Electorales. Siempre me ha motivado ayudar a aquellas personas que lo necesitan, por eso, mi vocación me llevó al servicio público a través de la política; primero en España, luego en Venezuela.