El interés compuesto es un término que se emplea constantemente en diversas páginas y señalado por muchos asesores financieros como uno de los ‘objetivos’ al momento de hacer una inversión.
En términos simples, el interés compuesto es aquel que se va sumando al capital inicial y sobre el que se van generando nuevos intereses. El dinero, en este caso, tiene un efecto multiplicador porque los intereses producen nuevos intereses.
Se diferencia del interés simple en cuanto a que este no se suma al capital para poder generar nuevos intereses. Es decir, se genera sobre el capital aportado inicialmente, por lo que el interés que se obtiene en cada periodo es siempre el mismo.
Características:
- El capital inicial va creciendo en cada periodo porque se van sumando los intereses.
- La tasa de interés se aplica sobre un capital que va cambiando.
- Los intereses aumentan en cada periodo.
Cómo se calcula
La fórmula para calcular el interés compuesto es un poco complicada, pero con un ejemplo podremos entender cómo funciona:
Si se tienen 100 euros en una cuenta, a un interés del 10% anual, al cabo de un año se ingresarán en dicha cuenta 10 euros en intereses. De esta forma, el capital inicial pasaría de 100 euros a 110 euros. Al final del segundo año, los intereses generados serán 11 euros que es el resultado de aplicar el 10% sobre 110 euros. De este modo tendría el capital inicial más intereses del primer año y los intereses del segundo año, en total 121 euros.
Para determinar cómo aumenta el capital se emplea la fórmula del interés compuesto:
Capital final = C0 x (1+Ti) ^t
(^t = elevado por el periodo de tiempo)
CO es el capital inicial, Ti es la tasa de interés anual y t es el tiempo que dura la inversión.
Utilizando el ejemplo anterior, el primer año el resultado de 110 euros se obtendría de esta forma:
Capital final= 100 X (1 + 0,10/1) ^ 1 = 110
En el segundo año, la fórmula se aplicaría así:
110 x (1+ 0,10/1) ^ 1 = 121
El capital inicial va variando ya que se van sumando los intereses obtenidos, por lo que el total va aumentando cada año.
Aplicando esta fórmula, se puede prever con qué capital se va a contar al final de cada periodo, lo que resulta estimulante cuando se está ahorrando y es una ayuda para planificar las finanzas de cara al siguiente año.