La crisis política de la autonomía está repercutiendo en los mercados, mostrando ya sus primeros síntomas a nivel nacional y de la comunidad.
La independencia catalana ha encendido las alarmas económicas. El conflicto político ha generado un clima de incertidumbre que no ha tardado en evidenciarse en la evolución de los mercados. A pesar de los impactos iniciales sobre la prima de riesgo y la caída de la Bolsa de Valores, el ministro de Economía, Luis de Guindos, considera que la peor parte se la llevará la propia autonomía, ya que en el resto de España «no se nota ningún efecto importante» y el crecimiento de la economía española sigue siendo «fuerte» y se alcanzará la previsión de un alza del 3,1 por ciento del PIB este año.
No obstante, De Guindo advierte que aún es pronto para conocer el impacto a profundidad en la economía nacional, ya que la situación independentista ha generado “incertidumbre, inquietud, un parón de decisiones de inversión y consumo» e «incluso se está dando contracción de crédito«. En este sentido, el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi) ha roto una lanza a favor de la integración económica y del trabajo común por el bienestar de las finanzas españolas.
“Desde el ámbito empresarial tenemos la responsabilidad de cooperar para que la economía de nuestro país mantenga su crecimiento, después de tantos años de dura crisis. De ello depende el bienestar de los ciudadanos”, indican en un comunicado. Para poder lograrlo, Ceapi considera básico “estabilidad, porque las actuaciones fuera del marco de la ley ponen en riesgo la imagen de nuestro país, la confianza y las inversiones. Al final esto repercute sobre las personas y el estado de bienestar y son causa de sufrimiento”.
Lejos de tomar un posicionamiento político, el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica ha mostrado su rechazo a “toda campaña de boicot a empresas o productos por su origen catalán, ya que no entendemos el boicot a ningún producto español”. Una tendencia de trabajo unificado y de seguridad jurídica que permitiría repetir los resultados del Producto Interior Bruto (PIB) obtenidos en el tercer trimestre de 2017, donde se alcanzó un crecimiento del 0,8 por ciento, por lo que se suman 16 trimestres consecutivos de avances.
Éxodo empresarial
En línea con las estimaciones realizadas por el ministro, el impacto más evidente tiene su epicentro en Cataluña. Por ejemplo, entre el 2 y 27 de octubre, un total de 1.821 empresas trasladaron su sede social desde Cataluña a otras regiones de España, según el Colegio de Registradores Mercantiles de España. Uno de los puntos más álgidos ha sido la última semana, donde entre lunes y viernes salieron un total de 519 sociedades.
El pasado viernes, un total de 140 empresas trasladaron su sede social a otros puntos de la geografía española, lo que supone casi duplicar la cifra del jueves día 26 (78), que se convirtió en el menor número desde el pasado lunes 16 de octubre, cuando salieron 68 entidades. Los datos son preocupantes, ya que, sin tener en cuenta fines de semana ni festivos, una empresa traslada su sede social fuera de Cataluña cada 15 minutos desde el pasado 2 de octubre.
Desconfianza de los mercados
La incertidumbre ha sido castigada por los mercados. Con la proclamación de la independencia unilateral de Cataluña y la posterior aplicación del artículo 155, la prima de riesgo y la Bolsa de Valores han empeorado. Justamente el pasado viernes 27 de octubre, la prima de riesgo española se elevase hasta los 120 puntos básicos, así como que el interés del bono español a diez años superó el 1,60 por ciento justo después de declararse la independencia, tras marcar al inicio de la jornada una rentabilidad del 1,54 por ciento y elevarse al 1,58 por ciento a media sesión.
Sin olvidar que la Bolsa de Valores no fue inmune. El Ibex 35 aceleraba sus caídas hasta el 1,92 por ciento tras aprobarse en el Parlamento de Cataluña la declaración unilateral de independencia, de forma que se situaba en los 10.155 puntos. Las empresas que más resultados perjudicadas durante ese día fueron: Sabadell, que se dejaba un 6,05 por ciento, seguida por IAG (-5,45 por ciento), CaixaBank (-4,1 por ciento), BBVA (-3,39 por ciento), Dia (-3,2 por ciento).