La ONG Transparencia Internacional ha realizado un ranking con las naciones donde es más común el soborno a funcionarios públicos.
La corrupción gana terreno en América Latina. Esa es una de las conclusiones del estudio que ha realizado la ONG Transparencia Internacional en la región, donde se ha contado con la participación de 22.000 entrevistados provenientes de 20 países. La institución ha precisado que la situación más preocupante radica en México, donde el 51 por ciento de los encuestados admitieron haber sobornado a un funcionario público durante los últimos 12 meses.
El informe, que lleva de título ‘Las personas y la corrupción: América Latina y el Caribe’, no pasa por alto la corrupción alcanzada en República Dominicana (46 por ciento) y Perú (39 por ciento), que siguen a México como las naciones en donde más se soborna a los funcionarios. La tendencia, sin embargo, es bastante generalizada, debido a que el 29 por ciento de los ciudadanos que usaron alguno de los servicios públicos (educación, atención médica, adquisición de documentos de identidad, policía, servicios básicos y tribunales) desembolsó algún soborno en el último año.
Ese porcentaje representa a unas 90 millones de personas. Según el barómetro, la práctica corrupta no distingue entre género ni clase social. La diferencia sí se percibe en el tipo de servicio donde son más comunes los sobornos. La mayor incidencia cae en la atención médica, con un quinto de los encuestados afirmando que pagaron sobornos para obtener el tratamiento adecuado, seguido de la educación y trámites en tribunales.
Otros casos de corrupción
El ‘top cinco’ de los países más corruptos lo completan Panamá y Venezuela, ambos con un 38 por ciento de sobornos admitidos. En este sentido, quedan por encima del 33 por ciento registrado en Honduras, el 31 por ciento de El Salvador; y el empate del 30 por ciento de Colombia y Nicaragua. Por su parte la clasificación continua con el índice de Ecuador y Bolivia (ambos con un 28 por ciento), así como el 24 por ciento de Costa Rica.
Los índices más bajos han sido los obtenidos por Brasil (11 por ciento), seguido de Argentina (16 por ciento), Uruguay y Chile (22 por ciento) y Paraguay (23 por ciento).