Gracias a una “transformación importante” y un “proceso de ordenamiento macroeconómico”, similar al implementado por Chile y México.
La economía de Argentina sale a flote. Alejandro Werner, director para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha adelantado que el país latinoamericano terminará el año 2017 con uno de los crecimientos «más altos» de la región iberoamericana. Unos resultados que serán posible gracias a «una transformación importante» y un «proceso de ordenamiento macroeconómico, con una política monetaria independiente, con metas de inflación y flotación» que también fue aplicada en otros países de la región, como Chile y México, y que «fue muy exitosa».
Werner ha valorado positivamente el «esquema tremendamente exitoso para bajar la inflación y retomar el tipo de cambio como variable de ajuste» que está aplicando Buenos Aires, que además se completa con «un ordenamiento fiscal con baja del gasto público, que también permite reducir el costo de las empresas».
De esta manera, el método también permitiría intensificar el movimiento dentro del sector privado, lo que en palabras de Werner sería «otra palanca para aumentar la inversión del sector privado que ya vemos que tiene un impacto importante en la generación del empleo«, recoge la citada fuente.
Asimismo, tal y como ha indicado, Argentina «pasará de una tasa negativa de 2 por ciento el año pasado a superar el 2 por ciento este año. Será un cambio de más de 4 puntos porcentuales», ha afirmado Werner en Buenos Aires durante la asamblea anual del Consejo de las Américas organizada por la Cámara Argentina de Comercio (CAC).