Las ciudades post covid-19 es un tema global que hoy ocupa la agenda política de muchas autoridades públicas, pero también de sectores académicos, económicos y sociales que buscan identificar las lecciones aprendidas para desde allí potenciar los cambios que pueden ser viables en el marco de la recuperación de nuestras ciudades a los fines de retomar el rumbo hacia la sostenibilidad.
Un ejemplo de ese debate acaba de concluir, específicamente más de 100 alcaldes de ciudades que pertenencen a la Red del BID, previa a la Asamblea Anual del BID, se reunieron de manera virtual el pasado 14 y 15 de marzo a los fines de reflexionar y compartir experiencias sobre “las ciudades como motor de crecimiento económico en la pospandemia”, tal y como se tituló ese encuentro de alcaldes.
Los temas de la recuperación económica, el rol de la mujer en ese proceso; la recuperación verde y resiliente en las ciudades, el desafío de repensar las industrias culturales y creativas son mesas de trabajo que allí se realizaron y cuyo contenido conecta claramente con los debates que en Europa se dan en ese mismo sentido.
El Informe Cities Policy Responses de a OCDE, publicado en el 2020, nos dice que las “ciudades deben adoptar estrategias de recuperación a largo plazo que las transformen en urbes inteligentes, verdes e inclusivas para hacer frente a la crisis sanitaria y a sus consecuencias”.
Y Greenpace en una publicación también publicada en el 2020 nos plantea que “la crisis del coronavirus, nos ofrece la posibilidad de repensar y rediseñar las ciudades y el futuro para las personas que viven en ella”.
En esa reunión de alcaldes del BID, Greg Clark, miembro de Urban Land Institute (ULI) afirmó que “la pandemia puede ser vista como una crisis sanitaria, como un schock económico y financiero, pero también debe ser vista como un acelerador del cambio”.
Un artículo titulado Ni oficinas, ni coches: así será la ciudad poscovid, la mayor revolución urbanística, se concluye afirmando que la pandemia dejó en evidencia los “déficits de la ciudad del siglo XX y que en términos urbanísticos, algunos cambios han venido para quedarse. Quien los aproveche ganará la partida”.
En ese mismo artículo, la arquitecta Izaskun Chinchilla, afirmó de forma categórica que «deberíamos estar ante el cambio más grande que deberían sufrir las ciudades, pero no tengo constancia de que los ayuntamientos vayan a reaccionar a esta necesidad de cambio».
Esta reflexión es importante y permite hacer un llamado para valorar el aporte y logros obtenidos en los diferentes Ayuntamientos que para el mes de julio 2020 habían aprobado sus planes o acuerdos para enfrentar la recuperación de las ciudades.
Desde la asociación civil Eccos de Paz, pude observar la respuesta de los gobiernos locales durante 6 meses desde la declaración de alarma, y en base a esa actividad puedo decir que tuve acceso vía online a los siguientes planes o acuerdos:
1.- Madrid: Covid-19, Acuerdos de la Villa.
2.- Zaragoza. Acuerdo por el Futuro de Zaragoza.
3.- Valéncia. Acord marc per a la recuperacó i la reconstruccó de la ciutat de Valéncia en context del Post Covid-19.
4.- Santander. Plan de Apoyo Social y reactivación económica y adaptación al nuevo espacio urbano para la ciudad de Santander.
5.- Vitoria. Plan de Reactivación Económica.
6.- Oviedo. Plan de recuperación económica de Oviedo.
7.- Santiago de Compostela. Plan de reactivación económica “Compostela 2020”.
8.- Murcia. Plan de Reactivación Económica y Social.
Hasta ahora puedo decir que el Ayuntamiento de Valencia en su plataforma web publicó a finales del año 2020 unos indicadores que permitían a los vecinos e interesados en general, evaluar el avance de ese Acuerdo para la reconstrucción de la ciudad.
¿Qué cambios se pueden percibir del contenido de esos Planes?
Su contenido claramente podrá aportar elementos para valorar la capacidad de los gobiernos locales en identificar y asumir los cambios que son posible impulsar para enfrentar los grandes desafíos a partir de las acciones para la recuperación de nuestras ciudades.
Mientras distintas voces, en distintos lugares del mundo se debate sobre la ciudad post covid-19, en Venezuela, específicamente los ciudadanos se ven privados de este debate porque desde el régimen de Nicolás Maduro, se impone la necesidad de debatir sobre la ciudad comunal, que trae consigo un diseño de mayor control social, político y económico de la sociedad ajeno a la constitución vigente, y que manipulando el tema de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, intenta justificar la imposición de ese modelo de ciudad para lograr la construcción del socialismo en el cual peligrosamente se redefine a la familia como “embrión de la ciudad comunal” según el proyecto de ley aprobado en primera discusión por la ilegítima Asamblea Nacional de ese país latinoamericano.
https://iberoeconomia.es/opinion/economia-circular-en-espana-compromiso-y-mandato/