El pasado 1 de febrero, Hacienda desveló el nuevo Plan de Control Tributario para el periodo 2020-2023. Un nuevo mecanismo de vigilancia ante el fraude fiscal de los negocios, que pondrá mucho hincapié en los autónomos aunque con un especial trato debido a la pandemia del Covid-19.
Una herramienta que, a corto plazo, podría apoyarse en robots para sancionar automáticamente a aquellas cuentas irregulares como si de un radar de tráfico se tratase.
En un año marcado por el daño económico, y sanitario, a muchos autónomos por el coronavirus, la Agencia Tributaria ya ha informado que será más laxa con aquellos negocios más directamente afectados por la pandemia, como pueden ser hosteleros o comerciantes.
Unos sectores que ante la difícil situación se han visto más perjudicados a la hora de liquidar una deuda, y por lo que una sanción podría ser la última gota que colme el vaso del cierre.
Por ello, en un pequeño cambio de las reglas del juego, Hacienda seguirá estando ojo avizor ante los posibles fraudes aunque se centrará más en aquellos «menos afectados», es decir que más beneficio económico han tenido en medio de la crisis.
Un control que también se intensificará sobre aquellos cuyo medio de pago principal es el efectivo y tanto en reincidentes como en nuevos modelos de negocio (como por ejemplo, youtubers).
Se reducirán las inspecciones físicas en pos de las videollamadas para evitar el contacto físico por la pandemia
Así mismo, otro de los grandes cambios que habrá a lo largo de 2021 será la menor visita física a los autónomos, por lo que habrá más videollamadas con el fin de reducir el contacto ante el Covid-19. Una pandemia que es la gran protagonista de estos cambios y por la que también habrá mayores ayudas a distancia para autónomos, así como una herramienta que asiste a los contribuyentes para predecir errores.
La llegada de robots: pendiente de regulación
Por otro lado, uno de los grandes avances que se espera en Hacienda es la utilización de bots que detectan los fraudes de manera automática. Una aplicación a la que el Gobierno ya ha dado luz verde, pero que está pendiente de un Decreto-Ley que lo regule.
Algo que ya se está elaborando desde el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, aunque con las quejas de varios sectores puesto que «podría vulnerar la legislación actual».
En los propios autónomos, se considera que esta utilización de robots con Inteligencia Artificial podría perjudicarles, sobre todo a pequeños negocios que no tienen las herramientas que sí están a disposición de grandes empresas.
En un primer borrador, se explica que «se aplicarán las nuevas tecnologías en el ámbito de actuación de la Administración» para, por un lado, permitir el análisis masivo de datos para la «detección del incumplimiento» y, por otro, para que pueda «iniciarse el procedimiento sancionador mediante la extensión de actas de infracción automatizadas, es decir, sin la intervención directa de un funcionario».
Lo lógica llevaría a pensar que detrás de todo bot debería haber un inspector para aprobar las sanciones
«El 99% de las infracciones que puede cometer un autónomo en cotizaciones, prestaciones, contratos o cualquier otra materia laboral están sujetas a interpretación», señalan desde la gestoría Barcons a autonomosyemprendedor.es, por lo que no sería de extrañar que detrás del robot siempre hubiese el visto bueno de un inspector, al estilo de Tráfico con las multas.
Sea como fuere, mientras se espera a estas nuevas tecnologías, los autónomos volverán a centrar gran parte del foco de Hacienda.
Un colectivo que eso sí, tendrá una mano más flexible ante las pérdidas por el coronavirus y verá cómo las nuevas inspecciones, por videollamada, o las actualizaciones en las herramientas de ayuda le son cada vez más familiares a la hora de pagar sus impuestos.
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