Los expertos revelan los mejores consejos para reforzar el sistema inmunológico

En el marco del V Curso Avanzado sobre Inmunonutrición, Sostenibilidad y Salud’, organizado por el Instituto de España, la Real Academia Nacional de Farmacia con la colaboración de la International Society for Immunonutrition (ISIN) que se celebra estos días en Madrid, las doctoras Ascensión Marcos, Isabel Moreno-Indias y Esther Nova, junto con el Dr. Francisco J. Sánchez-Muniz, han participado con varias ponencias en la jornada dedicada a las bebidas fermentadas que ha tenido lugar hoy.

La Dra. Marcos ha participado con la ponencia titulada “Patrones dietéticos y de consumo de alcohol en pacientes con exceso de peso. Relación con las adipocitoquinas” y la Dra. Esther Nova con la ponencia “¿Cómo afecta la alimentación y el consumo moderado de bebidas fermentadas en la composición de la microbiota?”. Ambas son científicas del grupo de Inmunonutrición en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Durante su intervención, la Dra. Marcos ha señalado que “el sistema inmunológico y la necesidad de cuidarlo deben ser una prioridad para la sociedad y los sistemas de salud”. Mantener este sistema en estado óptimo es clave para prevenir problemas de salud, lo que requiere una correcta alimentación, actividad física diaria, una adecuada rutina de sueño, gestión emocional y control del peso, todos ellos factores esenciales para un sistema inmunológico saludable.[i] En este sentido, la Dra. Marcos también destacó que, para reducir y mantener una pérdida de peso, es crucial cuidar estos mismos factores, ya que la obesidad no se produce por la ingesta de un único alimento, como evidenció en el estudio realizado en colaboración con la Clínica Universitaria de Navarra[ii]. Por su parte, la Dra. Nova subrayó que la Inmunonutrición se presenta como una estrategia preventiva para fortalecer el sistema inmunológico mediante una alimentación variada y de calidad, características que van a permitir mantener la homeostasis inmunológica en las diversas condiciones fisiológicas.

Se ha demostrado[iii] que la Dieta Mediterránea está asociada con una menor fragilidad y una mejora de las capacidades cognitivas. Una dieta basada en alimentos saludables, combinada con un estilo de vida activo, ofrece beneficios importantes para las defensas.

La Dra. Marcos destacó que “para cuidar el sistema inmunológico, es fundamental consumir alimentos ricos en fibra, minerales, vitaminas y polifenoles, como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y aceite de oliva virgen, además de poder incorporar un consumo moderado de bebidas fermentadas, como la cerveza, siempre en adultos sanos”.

Por su parte, según un estudio presentado por la Dra. Nova[iv]el consumo moderado de bebidas fermentadas podría favorecer la salud intestinal y metabólica, ya que algunos estudios han asociado este hábito con una mayor abundancia de géneros bacterianos beneficiosos”. También subrayó que los polifenoles presentes en el lúpulo y la cebada de la cerveza aportan beneficios antioxidantes y antibacterianos.

Por otro lado, la Dra. Isabel Moreno Indias, del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA-Plataforma Bionand) y miembro del CIBEROBN del Instituto de Salud Carlos III, presentó en su ponencia “Polifenoles en la diversidad de cervezas” evidencias científicas sobre el impacto de los alimentos fermentados de la Dieta Mediterránea en la microbiota intestinal, clave para la salud.

Según explicó, “la dieta es uno de los factores que más influyen en el perfil de la microbiota, y la diversidad en la composición de la microbiota contribuye al bienestar, además de ayudar a prevenir enfermedades metabólicas como la obesidad y la diabetes”.

En este contexto, destacó el papel de la cerveza, una bebida fermentada de baja graduación alcohólica que, gracias a su contenido en polifenoles y fibra, “podría mejorar la diversidad bacteriana y la salud intestinal”. También señaló que los polifenoles y fibras alimentarias en las bebidas fermentadas pueden mitigar los efectos de un estilo de vida sedentario y estresante. Además, añadió que los diferentes tipos de cerveza, debido a sus concentraciones de polifenoles y otros compuestos bioactivos, tienen un impacto variable en la microbiota y la salud metabólica[v], algo que deberíamos considerar al elegir qué tipo de cerveza tomar.

El Dr. Francisco J. Sánchez-Muniz, de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, presentó su ponencia “Compuestos bioactivos de la cerveza. Silicio y aluminio en la Enfermedad de Alzheimer”, donde exploró los efectos de ciertos compuestos bioactivos presentes en la cerveza, como el silicio, sin restar protagonismo a algunas vitaminas, los polifenoles y pequeñas cantidades de fibra dietética, sobre la salud cerebral. El Dr. Sánchez-Muniz explicó que “el silicio es un mineral esencial que se encuentra en varios alimentos, incluyendo la cerveza, y ha mostrado tener propiedades protectoras para el cerebro, al contribuir al fortalecimiento de las estructuras celulares y a la reducción de la acumulación de componentes tóxicos asociadas con enfermedades neurodegenerativas”. Además, indicó que la intoxicación con nitrato de aluminio induce desbalance en el contenido de minerales en el cerebro, originando daño oxidativo e inflamatorio en este órgano que es compensado de forma casi completa al consumir nitrato de aluminio junto con cerveza o ácido silícico[vi]. Similares resultados se observan en el cerebro de animales de experimentación que ingirieron cerveza sin alcohol, donde el aporte de nitrato de aluminio junto con cerveza sin alcohol o silicio recuperó las capacidades de respuesta de los animales frente a diferentes tipos de estrés.

En su intervención, subrayó la importancia de seguir investigando los efectos de la cerveza sobre la salud a través de su protección frente a la oxidación y la inflamación incrementadas que tienen lugar en las enfermedades neurodegenerativas.

Los expertos en Inmunonutrición han recordado durante sus ponencias que los potenciales beneficios del consumo moderado de cerveza se dan siempre y cuando se realice de manera responsable y acompañada de alimentos, siguiendo el patrón de estilo de vida mediterráneo y recordando las cantidades máximas de ingesta tanto para mujeres (200-300 ml/día) como para hombres adultos (400-600 ml/día) sanos. Insisten en que es importante alejarnos de actividades que nos provoquen estrés[vii], ya que estas situaciones pueden provocar que nuestro sistema inmune responda de manera menos eficiente.

Además, en este curso se ha profundizado en la implicación de los agentes medioambientales en la salud humana, las interacciones microbiota-nutrición-sistema inmunitario y los mecanismos para prevenir patologías relacionadas con la inmuno-inflamación.