Presión legal contra la polémica prueba de ortografía de la Guardia Civil

Guardia Civil
Los aspirantes a Guardia Civil desean eliminar la subjetividad en las oposiciones.

Los aspirantes de la oposición a la Guardia Civil que se vieron perjudicados por la prueba de ortografía celebrada los días 13 y 14 de julio no se rinden en su empeño de anular los exámenes ante lo que consideran una clara “desigualdad” entre las palabras incluidas en uno u otro día.

Según publica el Confidencial Digital, al menos cerca de un centenar de opositores ha presentado un recurso de alzada ante la Dirección General de la Guardia Civil. Concretamente, lo han interpuesto ante el general jefe de la Jefatura de Enseñanza de la Guardia Civil.

Uno de los opositores implicados explica que tras la polémica por las denuncias de desigualdad en los exámenes de los dos días se crearon grupos de aspirantes, que ahora se han organizado con despachos de abogados.

Legal Oposiciones es uno de estos despachos, y fue el que encargó un informe pericial a un filólogo que puso de manifiesto esas diferencias notables en la exigencia de la prueba en los dos días de examen.

En base a ese informe, decenas de opositores presentaron alegaciones -en los cuatro días siguientes a la publicación de las notas provisionales- ante el propio tribunal que celebró los exámenes. Lo hicieron tras la publicación provisional de las calificaciones, que puso de manifiesto un porcentaje de suspensos en ortografía mayor entre quienes se examinaron el sábado 13 de julio (cuando cayeron palabras como “javaque”, “halodio”, “frange”…) que entre los que lo hicieron el domingo 14 de julio.

El tribunal desestima las alegaciones

El tribunal de selección rechazó esas alegaciones en pocos días, con un correo electrónico en el que afirmaba la justicia de las pruebas de ortografía:

“Las bases de la convocatoria son las reglas que rigen el proceso. En dichas bases no se establecen cuales deben ser las normas o reglas de ortografía aplicables a la prueba (se hace referencia en el informe a «ortografía básica» y «reglas básicas»), ni cual debe ser la frecuencia de uso de las palabras que se incluyen en la misma.

En este sentido, teniendo en cuenta el procedimiento de calificación establecido que permite hasta 10 respuestas erróneas, se considera que debe haber palabras de mayor dificultad que otras, las cuales no tienen por qué responder necesariamente a un lenguaje coloquial contemporáneo, exclusivamente; por ello se considera que en su conjunto son adecuadas a la finalidad de la propia prueba.

Por otro lado, se muestra en el informe presentado un análisis de términos utilizados en la web de la Guardia Civil, que a estos efectos se considera no guarda relación con el objetivo de la prueba, dado que en ningún caso se da a entender en las bases de la convocatoria antes citadas que la prueba de ortografía deba circunscribirse a terminología de uso frecuente en el Cuerpo de la Guardia Civil, ni relacionada exclusivamente con funciones policiales.

Respecto a la dificultad de ambos exámenes hay que decir que éstos se elaboran con la pretensión de que sean lo más similares posibles, siendo a priori, poco probable conocer el nivel de exigencia de cada uno, que no únicamente puede determinarse en base a la medición de la frecuencia de uso de las palabras que incluye el examen o en función del tipo de normas aplicables.